Es, en resumen, un trabajo minucioso en que cada detalle está analizado
y documentado ensalzando el heroísmo de aquel Regimiento sin necesidad de
menoscabar las actuaciones de otras Unidades.
Las campañas de Marruecos se contemplaban desde España con dos actitudes
casi exclusivas, desinterés en algunos casos nacidos casi siempre de la
ignorancia y afán crítico contra el Ejército y por elevación contra la monarquía
en los nacientes partidos de izquierda. No obstante, y pese a la enorme campaña
para airear una derrota parcial como jamás en ninguno de los países coloniales,
no cabe duda que la sociedad española en su conjunto reaccionó positivamente,
el desinterés se volvió afán de conocer y apoyo y, salvo en algunos interesados
casos, ante el cambio de actitud de la sociedad los detractores del Ejército y la
monarquía, sin dejar sus posiciones, tuvieron que suavizarlas.
Todo esto nos lo recuerda el profesor D. Luis Eugenio Togores Sánchez,
repasando algunos de los reveses de franceses y británicos en sus colonias y
sus posteriores reacciones. Especial importancia para España tuvo la victoriosa
ofensiva de Abd-el-Krim contra los franceses en el Uarga. En ella, nuestros
vecinos tuvieron un altísimo número de bajas y la pérdida de una extensión
de territorio superior a la sufrida por nuestro Protectorado en Annual y que,
en esa reacción de que nos habla, proporcionó las bases para el entendimiento
de Francia y España y que llevó al desembarco de Alhucemas y a la estrecha
colaboración posterior hasta la total pacificación del Protectorado que duró, no
lo olvidemos, desde 1927 hasta la total independencia en 1956, unos treinta
años pese a las convulsiones de nuestra guerra de 1936-39 y la Segunda Guerra
Mundial.
Señala el profesor Togores la diferente actitud nacional de franceses y británicos
frente a la de los españoles, que achaca a la pérdida de nuestras últimas
provincias de ultramar que hizo a la sociedad española reacia a cualquier acción
fuera de nuestras fronteras. Pese a esta actitud y como reacción a la tragedia de
Annual, que más propiamente deberíamos llamar de Monnte Arruit Zeluán y Nador,
las decisiones del gobierno multiplican las inversiones para el Ejército y la
Armada en general y para las fuerzas de África en particular en unas cantidades y
proporciones que tienen un enorme interés.
Punto importante y, sin duda conflictivo, es la decisión del Alto Comisario
de no socorrer a las guarniciones de Monte Arruit, Zeluán y Nador. Se evalúa en
este trabajo la cantidad de hombres y unidades presentes en Melilla el 31 de julio,
antes de la caída de aquellas guarniciones.
Parece claro, tras el detallado estudio que hace el autor de las operaciones
que, a partir del inicio de la acción ofensiva, el 12 de septiembre, que con los elementos
disponibles y con una clara voluntad de vencer, el avance hasta recuperar
todo lo perdido era no solo posible sino aconsejable. Señala el profesor los hitos
de ese avance estableciendo un paralelismo con las campañas anteriores de 1909,
1911 y 1919, y podemos comprobar cómo los objetivos que se fueron ocupando
fueron los mismos, pero con un coste mucho más elevado en bajas.