EL ALCÁNTARA EN EL VERANO DEL 21 255
del Amekran en enero de 1921 momento en el que las operaciones militares
se detuvieron, el escenario había quedado configurado territorialmente de la
siguiente manera:
− Circunscripción de Annual, con todas las unidades que daban
frente al Amekran y algunas al noreste de Dríus. Era responsabilidad
del Regimiento Ceriñola.
− Circunscripción de Dríus, con las unidades desplegadas a retaguardia
de la cadena montañosa orientada al oeste, responsabilidad
del Regimiento San Fernando.
− Circunscripción de Telatza, en parecida situación a la anterior ligeramente
retrasada de Driús y orientada al suroeste, responsabilidad
del Regimiento Africa.
− Circunscripción de Kandusi, a retaguardia de las anteriores orientada
más hacia el norte, responsabilidad del Regimiento Melilla.
− Circunscripción de Nador, en la retaguardia profunda, más o menos
cercana a Melilla y con responsabilidad de la Brigada Disciplinaria.
Salvo en la primera citada, en las demás ni había “guerra, ni operaciones”,
en algunos sitios desde 1913, y en otros desde el inicio de 1921.
El territorio era una especie de inmenso cuartel, donde se daban todas las
circunstancias de la vida cuartelera con todos los defectos habidos e imaginables
en un largo período de paz. Las guarniciones, que ahora estudiaremos,
se dedicaban a los servicios cuarteleros, algunos servicios de patrulla
y convivencia con la población a la que teóricamente protegían. En muchos
casos la población entraba y salía de los campamentos donde ejercían oficios
varios. Tras la aceptación por las distintas cabilas de la acción de España,
apenas se había escuchado algún disparo aislado en todo el territorio8.
Esto puede responder, que no justificar, las idas y venidas de la oficialidad
cuando no tenía servicio y obtenía esos permisos cortos que en aquella
época no estaban reglamentados como lo estuvieron muchos años después.
Igualmente el ejercicio del mando en las cabeceras de circunscripción estaba
a cargo de los tenientes coroneles que rotaban tras cierto tiempo y recibían
periódicamente las “visitas” de sus coroneles cuya plana mayor estaba
en Melilla que de esta forma pasaban varios días en el campo.
Dentro de este escenario, como no, las críticas subsiguientes son sobre
la elección de las posiciones, que repetimos, que una vez que la línea
8 Las grandes tragedias siempre se acompañan con las circunstancias ambientales. Desde
1927 hasta 1956, despliegues y conductas seguían siendo semejantes sin que llamasen la
atención de nadie.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2021, pp. 255-320. ISSN: 0482-5748