TEMAS PROFESIONALES
potenciación del tejido industrial y SUBDEF es responsable del planeamiento
de personal.
La segunda cuestión a considerar es la organización, es decir, la estructura
que posibilita la obtención de sistemas, con las interrelaciones y responsabili-dades
que se establezcan en la normativa reguladora del proceso. Se puede
decir que hay varios modelos de organización: a) centralizada con la toma de
decisiones y ejecución del proceso en un único organismo o agente responsa-ble,
b) descentralizada con una dirección y ejecución distribuida y finalmente
c) mixta, con una dirección estratégica desde un organismo pero una ejecu-ción
distribuida o delegada a otros organismos. Como se puede inferir, todas
estas modalidades presentan fortalezas y debilidades. Más adelante se harán
algunas valoraciones a través de ejemplos organizativos en otros países y se
efectuará un análisis de la actual organización de obtención en el Órgano
Central del Ministerio de Defensa y su relación con el resto de las FF. AA.
La tercera cuestión es la relacionada con el ciclo de vida, donde la comple-jidad
de los sistemas de armas obliga a que en el proceso conceptual no solo
se tenga en cuenta el sistema a obtener, sino también las implicaciones de su
uso y operación (incluyendo la mantenibilidad en zonas de operaciones)
durante un extenso período de tiempo. Por ello, la decisión sobre el sistema de
armas a adquirir o desarrollar debe tener en cuenta toda la información dispo-nible
que permita «entender» y «prever» el esfuerzo de ciclo de vida, general-mente
muy superior al de obtención, y que en el momento de la toma de deci-siones
es necesario que quien lo haga lo conozca en toda su amplitud. Esta
consideración es incluso más necesaria debido a que la digitalización de la
industria y de las organizaciones hará que la integración de los sistemas de
armas en las FF. AA. sea un reto donde todos los agentes involucrados debe-rán
estar tecnológicamente alineados durante el ciclo de vida. Un ejemplo
claro de todo esto es la disponibilidad de los «gemelos digitales», que facilita-rán
su sostenimiento y que deberán estar integrados en la estructura logística
de los Ejércitos la Armada y alineados con la industria. Otro ejemplo es la
posibilidad de disponer de sistemas de misión basados en una «nube de
combate» donde las actualizaciones se hagan over the air, es decir como los
actuales smartphones, lo que obligará a los usuarios finales disponer de la
infraestructura física y de ingeniería tanto en cloud como en edge y el conoci-miento
necesario. Por ello, las nuevas tecnologías nos deben llevar a un para-digma
de obtención de sistemas de armas con la mayor involucración posible
de todos los agentes afectados: Estados Mayores, Mandos y Jefaturas Logísti-cas
y Órgano Central.
Finalmente, como cuarta cuestión a considerar esta la industria. Parece razo-nable
que todo esfuerzo en defensa deba estar acompañado de la potenciación de
un sector industrial y tecnológico que proporcione a las Fuerzas Armadas la
superioridad tecnológica en los sistemas de armas, y que permita a las empresas
hacer frente a los retos tecnológicos de una forma lo más autónoma posible, o en
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