revista de aeronáutica y astronáutica / diciembre 2021
50.º aniversario del EVA 22 1023
A lo largo de ya más de cinco
décadas, el ECA n.º 1, ha ido transformándose
y adaptándose a los
cambios estratégicos y tecnológicos
que el paso del tiempo ha ido marcando,
desde 1974, con el despliegue
de este Escuadrón a la Aiún, en
la zona de Sidi Buyá hasta nuestros
días. A mediados de los años setenta,
el escuadrón contaba en sus filas
con casi 200 personas entre oficiales,
suboficiales y tropas de reemplazo.
El destacamento contaba con
una flotilla de al menos diez de los
nuevos camiones Pegaso, que constituían
su principal medio de transporte
para la antena radar, shelters
de radar y operaciones y, como no,
para todos los elementos necesarios
para una fuerza de esta entidad, resto
de sistemas de comunicaciones,
generadores, cocina, duchas, WC,
combustibles, etc., dotando a la unidad
de una gran movilidad y la flexibilidad
necesaria para hacer de la
agilidad en el despliegue una de sus
características principales.
Cuando en el año 1975 se produjo
la salida del Sáhara Occidental, el
ECA-1 encontró, en el que al principio
fuera su campo alternativo de repliegue,
su base principal de apoyo,
el aeródromo militar de Lanzarote,
en las playas de Guacimeta, donde
fijó su lugar de estacionamiento por
oficio del JEMA n.º 187-PS de 18 de
diciembre de 1975.
Desde su primer despliegue en la
zona del Sáhara Occidental, SIROCO
no retornó a su base original, su
movilidad convirtió a la unidad en
un verdadero escuadrón de «tropas
nómadas» que tras instalarse temporalmente
en el aeródromo militar de
Lanzarote, fijaron su asentamiento
permanente en el ACAR Peñas del
Chache desde 1989. Siempre con el
aeródromo militar de Lanzarote como
bastión seguro que desde su llegada
a la isla, ha mantenido el mejor apoyo
posible al hoy Escuadrón de Vigilancia
Aérea n.º 22.
En 1976, siguiendo las necesidades
tácticas del momento, el ECA-1 desplegó
por primera vez en las cumbres
de Famara, en el lugar denominado
Peñas del Chache donde, primero
como zona técnica de oportunidad y,
posteriormente como asentamiento
fijo, el escuadrón encontró su atalaya
preferente. En 1982 se produjo la integración
en el ALERCAN y en 1987
pasó a denominarse EVA 22, teniendo
lugar en 1989 la modernización y
asentamiento fijo del radar AN/TPS-43
M/E. Ya en los albores del siglo XXI llegó
el RAT-31 SLT que presta servicio
en la actualidad y que ha sufrido las inclemencias
del viento y la destrucción
total de su radomo en dos ocasiones.
Por otro lado, además del apoyo
inestimable del MACAN y la JSVICA
para que esta unidad, la más remota
del EA en territorio nacional se mantenga
operativa, SIROCO ha contado
con una sorprendente acogida entre
el pueblo lanzaroteño, sus gentes y
costumbres han hecho que muchos
de los que vinieron originalmente y
los que fueron pasando por la unidad,
establecieran lazos permanentes y
echaran raíces en este paraíso natural.
Después de 50 años de historia
el personal del EVA 22 tiene un profundo
sentido de agradecimiento a
esta tierra; por ello no podía pasar un
evento de conmemoración sin hacer
justicia a los siete municipios que forman
parte de esta particular geografía
insular: Arrecife, San Bartolomé, Tías,
Teguise, Yaiza, Tinajo y Haría, este último,
lugar donde se localiza el punto
geodésico de 672 m desde donde se
obtienen las mejores vistas y el mejor
emplazamiento para el guardián del
noreste insular canario, SIROCO.
Con el fin de hacer partícipes de
la historia y el éxito de esta unidad
del Ejército del Aire, se programaron
unas jornadas aeroespaciales
que permitieran actualizar y poner
en relieve, de la mano de los mejores
expertos nacionales, el valor de
los cielos canarios y su idoneidad
para la observación espacial y para
la floreciente capacidad científica y
tecnológica espacial de España, la
implantación de la capacidad espacial
en el EA y, como no, difusión de
una vía esperanzadora para el desarrollo
y explotación de estas capacidades
desde el archipiélago canario.
La conmemoración del medio siglo
de existencia del EVA 22 se ha
materializado en unas jornadas aeroespaciales
que han constituido un
auténtico homenaje a Lanzarote, por
tantos años de apoyo y confraternización
con las unidades del Ejército del
Aire asentadas en este privilegiado
lugar del archipiélago canario. Tanto