LA DEFENSA DE LA FRONTERA SEPTENTRIONAL DE LA NUEVA... 163
en marcha su plan para vencer a los comanches. Así, ocultándose durante
el día y marchando de noche, las tropas españolas acamparon en Ponche
Spring (Colorado) y el 28 de agosto cruzaron el río Arkansas.
El día 31 localizaron un campamento comanche, el cual tras una
aproximación silenciosa, atacaron por sorpresa consiguiendo una importante
victoria. No obstante el mítico jefe comanche Cuerno Verde, junto a
un numeroso grupo de seguidores consiguió escapar en dirección a Taos.
Tras sus pasos salieron las tropas presidiales, dándoles alcance el 3 de septiembre.
Entablado combate, la victoria se decantó del lado español y en
el mismo, perdieron la vida Cuerno Verde, su hijo y 4 jefes indios más.
De esta manera el 10 de septiembre, entraba victorioso en Santa Fe Juan
Bautista de Anza.
La muerte de Cuerno Verde causó un gran impacto en la nación comanche,
propiciando su disposición a la firma de un tratado de paz, tras
varias reuniones se llegó a un acuerdo a primeros de 1786, en el que los
negociadores españoles consiguieron que los comanches y utes aceptaran la
paz. Este acuerdo, ha pasado a la historia con la denominación de La Paz de
Anza, la misma unida a la inteligente política seguida por los gobernadores
españoles de Nuevo México, a la par que la concesión de un permiso para
comerciar y poder seguir en sus terrenos de caza, llevó la paz a la provincia.
A día de hoy, en los Museos Vaticanos, se pueden contemplar los
atributos de guerra del temido Cuerno Verde, que Juan Bautista de Anza, a
través del Rey Carlos III hizo llegar al Papa Pío VI.
COMANDANCIA GENERAL DE LAS PROVINCIAS INTERNAS
En 1776, don José de Gálvez, fue nombrado Secretario de Indias, en
su nueva condición, Gálvez puso todo su empeño para hacer realidad su
proyecto plasmado en el informe que en 1768 rindió tras su larga visita a los
extensos territorios de la Nueva España. El mismo contemplaba la reorganización
de la frontera norte del virreinato, con la finalidad de asegurar la
misma al noroeste para frenar la expansión rusa, y al noreste para detener a
los británicos que presionaban en el valle del Mississippi.
Dicha reorganización administrativa y militar propició la creación
de la Comandancia General de las Provincias Internas, con lo que además
se ponía de manifiesto el carácter especial de las mismas, con poblaciones
escasas, alejadas y frecuentemente en peligro. Así, el 16 de mayo de 1776,
en el Real Sitio de San Ildefonso, Carlos III firmó la Real Cédula de creación
de dicha Comandancia General, y el nombramiento de don Teodoro de
Revista de Historia Militar, 130 (2021), pp. 163-172. ISSN: 0482-5748