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a esos derechos ni a la libertad de navegar.22 Con esta información, en la
corte española se tuvo perfecto conocimiento de cuál era la posición política
de Inglaterra en la interpretación de los tratados que protegían los dominios
de la Corona española, y la certeza de sus intenciones de establecerse en las
Malvinas, aunque en ningún momento se pudo obtener datos sobre si ya lo
habían hecho ni en qué lugar. De hecho, encontrar el establecimiento inglés
será el primer trabajo que emprenda Ruiz Puente nada más tomar posesión
de su cargo de Gobernador.
El ministro Grimaldi se preparó para hacer frente a la amenaza inglesa
que, desde el principio y con razón, siempre se había considerado mucho
más peligrosa, solicitando numerosos dictámenes en los meses siguientes a
ministros y otras autoridades del Reino: El Sr Duque de Sotomayor, Capitán
General de Galicia y Gentilhombre de Càmara; D. Juan Gregorio Muniain,
Secretario de Guerra; D. Miguel de Murquiz y Goyeneche, Secretario de
Hacienda; D. Julián de Arriaga, Secretario de Marina e Indias; Sr. Marqués
de San Juan de Piedras Albas, Presidente del Consejo de Indias; Conde de
Aranda, Presidente del Consejo de Castilla; D. Jaime Masones de Lima,
Consejero de Estado de Carlos III; Duque de Alba, y finalmente del Conde
de Fuentes, embajador en Francia.23 Todos alertan del mismo peligro
aunque propongan distintas soluciones, advirtiéndose dos posturas que se
repetirán en posteriores negociaciones.
Una más moderada, encabezada precisamente por el Ministro Arriaga,
quien consciente de la poca firmeza del apoyo francés y de las limitaciones
de la Marina advierte que «…ni la justicia ni los daños bastan para exponerse
a una guerra, cuando lejos de prometer…esa satisfacción, amenaza con mayor
ruina y presentemente podemos estar casi ciertos de lo último«. La otra,
partidaria del uso de la fuerza si era necesario, encabezada por el Conde de
Aranda, receloso de los peligros a largo plazo de pérdida de los dominios y del
comercio y partidario de desalojarlos por la fuerza aún a costa de una guerra.
En esta situación y resueltas en el ámbito político las negociaciones
con Francia, se trataba de materializar la recuperación del establecimiento
francés, dejando bien claro que la soberanía sobre la totalidad de esas islas
siempre había pertenecida a la corona española. Aspecto de suma importancia
en el conflicto que se avecinaba con Inglaterra.
Bouganville había tenido una primera estancia en España enviando a
la corte numerosos memoriales sobre su expedición y para negociar el resar-
22 AGS. Estado, Leg 6960, Informes de Masserano a Grimaldi, de fecha 26 de setiembre
y 26 de noviembre de 1766.
23 AGS. Estado, Leg 6962, Dictámenes sobre presencia inglesa en Malvinas, setiembre,
octubre de 1766.
Revista de Historia Militar, 130 (2021), pp. 72-96. ISSN: 0482-5748