126 JOSÉ SEMPRÚN BULLÓN
Con el tiempo, claro está, la proporción de estos elementos autóctonos
en las unidades consideradas como expedicionarias llega a ser sustancial,
si no elevada; a pesar de ello, a todos los efectos se sigue considerando
a estas formaciones como de aquel carácter.
Veremos en el momento final de la lucha algunas cifras que pueden
aproximarnos a la realidad del origen de sus componentes. De momento
recordemos algunos datos sobre las vicisitudes iniciales de alguna de ellas.
Así el Tercer batallón de Asturias, que a poco de su llegada es diezmado en
combate con los insurgentes –más de 500 bajas, entre ellos 200 prisioneros,
que son en su casi totalidad ejecutados–; el Tercero de Zamora totaliza cerca
de 500 bajas –no definitivas– por enfermedad durante la travesía y los primeros
días de permanencia en Veracruz. Mientras, una fracción del Primero
americano se amotina durante la travesía; la revuelta puede ser dominada
como otras similares y no tendrá mayores consecuencias, pero ello nos da
idea de la baja moral del contingente.
Debe recordarse que ninguna de estas unidades enviadas a América
está formada por fuerzas de élite, escogidas, o especialmente preparadas;
por el contrario se trata con escasísimas excepciones de unidades regulares
designadas por sorteo y formadas por mandos y tropa en algunos casos con
más o menos experiencia bélica en la guerra de Independencia, pero en otros
muchos se trata de reclutas de reciente incorporación.
Aunque en realidad las condiciones en que se desarrolla la campaña
americana hacen que una vez superados los primeros incidentes a que da
lugar el envío y «aclimatación» de las unidades, éstas participan en las
operaciones con eficacia, si no con especial brillantez. Lo mismo puede decirse
de las fuerzas de la milicia provincial, que igualmente en poco tiempo
adquieren una experiencia bélica y un espíritu similar al de las unidades
veteranas.
Mientras tanto, en 1811 Morelos ha obtenido éxitos de importancia:
ha tomado Cuautla y ocupado Acapulco –si bien en esta ocasión no puede
apoderarse de su castillo– y sus fuerzas dominan, aunque no de forma completa,
una amplia zona en el sector centro-sur del virreinato.
Amenazan incluso la capital, que cuenta en estos días con muy pocas
fuerzas para su defensa. A principios de 1812 Calleja marcha sobre Cuautla
a la que pone sitio, lo que da lugar a una larga campaña en torno a la plaza,
defendida personalmente por Morelos y a la que tratan de auxiliar desde el
exterior otros contingentes independentistas mandadas por Bravo.
Los realistas terminan por tomar la ciudad en mayo de aquel año,
pero Morelos ha podido evacuarla con buen número de sus tropas. Debido
a este fracaso –parcial– y sobre todo a los celos e intrigas de otros mandos,
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2021, pp. 126-148. ISSN: 0482-5748