DEL GRITO DE DOLORES AL PLAN DE IGUALA... 131
Veracruz, una cifra similar en Puebla, 73 en el actual estado de Guerrero
–en aquella época perteneciente a las provincias de Michoacán y Puebla–
64 en el de Méjico, 47 en Oaxaca, una treintena en Jalisco, y otros tantos
en el resto del territorio. Vemos pues que la inmensa mayoría de las acciones
tienen lugar en la zona Sur del virreinato, donde Morelos iniciara
la actividad insurgente.
Debe recordarse que en los años anteriores a la contienda la influencia
directa de la autoridad virreinal no alcanzaba más que de forma meramente
jurídica a extensas áreas de la Tierra Caliente, es decir en gran parte de la
zona mencionada. Al Norte de Zacatecas y San Luis de Potosí, las llamadas
provincias Internas tenían escasa población, con pocos núcleos urbanos de
alguna importancia, y la actividad insurgente, a excepción de los primeros
meses de la revolución de Hidalgo, fue muy limitada.
La guerra, especialmente en esta fase, se transforma en una típica
situación de contrainsurgencia para las fuerzas realistas y estas responden al
reto adaptándose a las circunstancias de forma notable y, teniendo en cuenta
algunas de ellas, pensamos que brillantemente. De hecho ponen en práctica
muchos de los elementos que hemos visto –y vemos a diario– en tantas
campañas de los tiempos recientes, sobre todo a partir de 1945. Las fuerzas
realistas emplean en forma más o menos desarrollada muchas de esas tácticas,
tanto militares como las de acción política, administrativa o psicológica
sobre la población de las zonas en que actúan.
Los insurrectos hechos prisioneros combatiendo, son casi siempre pasados
por las armas; no lo son en cambio los que se acogen a los sucesivos
indultos ofrecidos por los mandos realistas a los que abandonen voluntariamente
las armas y que cada vez son más numerosos. Durante los años 1815-21
renuncian a la lucha unos 17.000. Algunos de los cuales la continúan, aunque
esta vez en las filas realistas.
Ya se utilizan en esta fase de la guerra estrategias como la concentración
de la población de zonas conflictivas en poblados con guarnición,
acción administrativa directa en áreas donde aquella no es eficaz, redistribuciones
de tierras y zonas de colonización, campañas de acción política y
psicológica, y se implementan programas de reinserción de ex-guerrilleros
que se han acogido a indulto.
Se hace pues necesario establecer gran número de pequeñas guarniciones
en poblaciones, aún de poca importancia, vías de comunicación, haciendas,
plantaciones, minas; las forman fracciones –en muchas ocasiones
mixtas– de fuerzas veteranas, de las milicias o rurales, incluso expedicionarias.
Así, en la zona de Guanajuato están desplegados en esta etapa unos tres
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2021, pp. 131-148. ISSN: 0482-5748
mil hombres.