EL VIRREY PEZUELA. UN PERSONAJE CLAVE EN EL PROCESO... 165
una nutrida dotación artillera, unas veinticinco piezas. La calidad de la tropa
es desigual, y en ella figuran tanto contingentes veteranos de las fuerzas
virreinales como mas de medio millar de reclutas hechos sobre la marcha en
el teatro de operaciones; incluso bastantes miembros del ejército insurgente
derrotado.
En la invasión del (hoy) norte argentino se van a encontrar con todo
tipo de dificultades: la actividad de la caballería irregular enemiga, formada
sobre todo por gauchos que manda el general salteño Guemes; lo que
aumenta las dificultades logísticas, ya bastante acusadas por la lejanía de
sus mas importantes bases de retaguardia; y a su vez todo ello se traduce en
un elevado número de desertores, pronto varios centenares. Entretanto San
Martín, en la retaguardia de la zona defendida por Guemes, se aplica a la
organización de un nuevo ejército.
Seguramente aún mas importante en la situación estratégica en esa
zona es la decisión del virrey de dar prioridad durante los meses siguientes
a la campaña final contra la insurrección chilena, ya combatida eficazmente
por una expedición realista desde principios del año anterior, inicialmente
con muy pocas fuerzas, casi todas levantadas en la propia Capitanía
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2021, pp. 165-184. ISSN: 0482-5748
general.
En el otro frente que permanece abierto, los insurgentes obtienen un
éxito importante –en cierto modo decisivo–, la capitulación de Montevideo
el 20 de junio, que les proporciona cuantiosos refuerzos formados por
unidades que han tomado parte en esa campaña; incluyendo gran parte de
la guarnición realista de la plaza, aquí, a diferencia de casi todas las demás
zonas del continente con una elevada proporción de peninsulares. Y que,
violando la capitulación, son alistados en las filas enemigas con carácter
forzoso. Aunque naturalmente ello no va a dejar de plantear a los mandos
insurgentes todo tipo de dificultades, ya que no tardan en protagonizar sucesivos
motines y una deserción generalizada19.
Por otra parte se va a concretar la insurrección en la retaguardia realista
que se anunciaba en los últimos meses del 1813, y que estalla ahora,
encontrando su ocasión en la disolución de las Cortes en España, y la restauración
del absolutismo, así como en la capitulación del mencionado bastión
realista en el Río de la Plata.
La insurrección tiene esta vez, excepcionalmente, su centro en territorio
peruano, en el Cuzco20; mientras en el propio ejército de operaciones
19 Además pronto tendrá un efecto acelerador de la crisis interna del ex virreinato del Río
de la Plata, al originar el pase a la disidencia, ahora definitivo, del caudillo oriental Artigas,
a la que no tardarán en sumarse las de otros jefes provinciales.
20 Pezuela: op. cit., p. 192.