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cuenta la caída del proyectil y el viento.
Al igual que los carros de la década
de 1970, dice la compañía, se «aumenta
la probabilidad de éxito en el
primer disparo».
El Ejército norteamericano ha declarado
que sólo adquirirá alrededor de
100 000 de los nuevos fusiles, pero el
contrato para la compra de los visores
es de 250 000 de estos dispositivos. Y
es que, el que dispara primero puede
que dispare dos veces.
The Army’s New Rifle Scope
Can Predict the Path of a
Bullet by Kyle Mizokami en
www.popularmechanics.com
MISILES RECICLADOS
Ucrania está desarrollando capacidades
de misiles destinadas a
disuadir la acción militar rusa en
el futuro, y eso preocupa cada vez
más a Moscú. Kiev ha revivido una
industria de defensa que en su día
producía armas avanzadas para la
Unión Soviética y ahora está trabajando
en una serie de misiles, incluido
uno que puede viajar hasta
1000 kilómetros para alcanzar su
objetivo, lo que podría poner a Moscú
dentro del alcance de un ataque
ucraniano.
Las autoridades de seguridad nacional
de Ucrania dicen que tienen la intención
de invertir miles de millones
de dólares en los proyectos durante
la próxima década y esto, lógicamente,
está disparando las alarmas en
Rusia. Según altos mandos militares
rusos, un ataque con misiles ucranianos
contra Moscú es bastante real en
un futuro no muy lejano ya que, según
dichos mandos, Ucrania tiene el
potencial científico, técnico y de producción.
Sin llegar hasta objetivos tan lejanos
como Moscú, Neptuno, que es el primer
misil de crucero de mediano alcance
producido en Ucrania, y al que
se le está sometiendo a las pruebas
finales para su puesta a punto, tiene
ya un alcance que ronda los 300 kilómetros
y está diseñado para usarse
principalmente contra buques de
guerra. Neptuno es una extensión
del KH-35, un misil de la era soviética
que fue disparado desde barcos y
aviones. Una vez modificado, Neptuno
puede atacar objetivos en tierra y
agua desde lanzadores montados en
camiones. Por su alcance, su principal
presa serían cruceros, destructores y
otros buques de guerra.
Y aunque Rusia tiene una abrumadora
superioridad naval en el Mar
Negro, lo que le da la capacidad de
disparar contra objetivos en tierra en
Ucrania desde aguas costeras y realizar
desembarcos anfibios, Neptuno
se plantea como objetivo el aumentar
los costos de cualquier esfuerzo ruso
para atacar desde el mar.
Según los ucranianos, con Neptunos
desplegados a lo largo de la costa
se puede alcanzar cualquier objetivo
dentro de sus aguas territoriales y lo
que se trata es de poder bloquear las
capacidades de los rusos si éstos intentan
atacar.
Ucrania solía albergar una parte importante
de las industrias de defensa
de la Unión Soviética, incluidos
los fabricantes de misiles balísticos.
Sin embargo, durante las dos primeras
décadas de su independencia,
Kiev descuidó la investigación y
el desarrollo de la defensa nacional,
confiando en garantías de seguridad
y relaciones duraderas con los
fabricantes de armas rusos. Cuando
estalló la guerra en el Donbass
en 2014, Kiev se encontró luchando
con tecnologías obsoletas. Ucrania
perdió gran parte de su armada
después de que Rusia se apoderara
de la península de Crimea ese año.
Ilustrando la incapacidad de Ucrania
para defender sus fronteras marítimas,
Rusia capturó barcos y marineros
ucranianos en el estrecho de
Kerch entre los mares de Azov y Negro
en 2018 y continúa cobrando a
los barcos mercantes para navegar
por el estrecho.
Algunos analistas de defensa califican
a Neptuno como un misil de
próxima generación, diciendo que
sus características tecnológicas pueden
crear problemas que Rusia tendrá
que tomar en serio. Las señales
de navegación y adquisición de objetivos
de Neptuno se distribuyen a través
de una amplia banda de frecuencia,
lo que dificulta que los barcos las
reconozcan, y el bajo perfil de vuelo
del misil frustra los sistemas convencionales
de defensa aérea.
Ukraine Missile-Development
Programs Are Challenge for
Moscow por Brett Forrest en
www.wsj.com
Ricardo Illán Romero
Teniente coronel de Infantería
Ucrania recibe un prototipo del sistema de misiles anti-buque Neptune, 2021