revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2022
nuestro museo 647
La Patrulla estaba a la sazón compuesta
por tres aviones Dornier Wal
con motores Rolls-Royce Eagle 9, de
nombres Andalucía, Cataluña y Valencia.
El personal que los iba a operar,
las tripulaciones seleccionadas, fueron
las siguientes:
• Valencia, matriculado como el 1:
como jefe de la patrulla y piloto al
mismo tiempo, el comandante Rafael
Llorente Sola, como observador
el capitán Teodoro Vives Camino,
como radiotelegrafista el sargento
Navarro y como segundo mecánico
el soldado Antonio Naranjo. Como
curiosidad resaltar que este avión, el
Valencia, fue probablemente en el
que el comandante Ramón Franco
realizo el primer vuelo sobre el Teide
en las islas Canarias.
• Cataluña, matriculado como el 5:
con el capitán Manuel Martínez Merino
como piloto, de segundo el
comandante jefe de Grupo y piloto
Antonio Llorente Sola (hermano del
mencionado Rafael) , como fotógrafo
el capitán Cipriano Grande Fernández
Bazán y como mecánico el soldado
Juan Quesada.
• Andalucía, matriculado como el 7:
con el capitán Niceto Rubio García
como piloto, como segundo piloto
el capitán Ignacio Jiménez Martin,
(Jesús del Gran Poder 1928-1929) y
como navegante el capitán ingeniero
aeronáutico Antonio Cañete Heredia
y como segundo mecánico el soldado
Modesto Madariaga (posteriormente
mecánico del famoso Cuatro
Vientos de Barberán y Collar en el
vuelo a Cuba y México el año 1933).
La Patrulla a Guinea se planeó inicialmente
como un vuelo conjunto
con la participación de representantes
de la Aviación Naval y aeronaves
terrestres, aunque finalmente se realizó
exclusivamente en tres hidroaviones
Dornier Wal de la base del
Atalayón de Melilla. El mando se encomendó,
como ya se ha comentado,
al comandante jefe de Patrulla Rafael
Llorente Sola.
El vuelo se planeó con tres aviones
de la plantilla de hidroaviones
perteneciente al Grupo existente en
aquel momento en el Atalayón, sin
mejora alguna ni dotación especial,
por lo que el raid se planeó a base
de etapas de longitud menor a los mil
kilómetros, con una media de 750 kilómetros
cada una. Se definieron por
ello nueve etapas en el viaje de ida,
que se elevaron a doce en el viaje de
retorno.
El método de navegación fue
volar a la vista de la costa africana,
bordeando el continente hasta Santa
Isabel que, como dirían nuestros
compañeros de la Armada, realizando
una navegación de cabotaje.
Fueron escoltados por el velero
Cabo Falcón de 120 toneladas y el recorrido
de ida fue el siguiente:
Melilla-Casablanca 619 km 10.12.1926
Casablanca-Las Palmas 976 km 12.12.1926
Las Palmas-Port Etienne 850 km 18.12.1926
Port Etienne-Dakar 731 km 19.12.1926
Dakar-Conakri 739 km 20.12.1926
Conakri-Monrovia 507 km 21.12.1926
Monrovia-Gran Bassan 872 km 23.12.1926
Gran Bassan-Lagos 849 km 24.12.1926
Lagos–Santa Isabel 686 km 25.12.1926
En resumen, la patrulla Atlántida recorrió
en el viaje de ida una distancia
total de 6829 km, durante 53 horas y
55 min y a una velocidad media de
126,9 km/h.
La vuelta, partieron de Santa Isabel
en la isla de Fernando Poo el 26 de
enero, amerizando en Melilla un mes
más tarde, completando el vuelo en
un total de 12 etapas y 7100 km de
recorrido.
La importancia del viaje fue reconocida
internacionalmente, hasta el
punto de que a Rafael Llorente Sola
se le concedió cuatro meses después,
como jefe de la Patulla Atlántida,
el 2.º Trofeo Harmon de la Liga
Internacional de Aviadores de ese
año como consecuencia del éxito alcanzado
al volar con su patrulla casi
15 000 km, volviendo con su patrulla
íntegra. Se da la coincidencia que el
primer premio de dicho trofeo fue
para Charles Lindbergh por su vuelo
sobre el Atlántico norte sin escalas en
el famoso Spirit of St. Louis.
Sirva a modo de colofón el comentario
del cronista de la época que
señalaba que «la aviación a todo se
atreve y todo lo consigue cuando se
trata de agrandar el prestigio de España
». Hasta la próxima entrega. n
El comandante Llorente en la víspera de la partida
Sello conmemorativo del año 2001