PERAM y T.23 en el Ala 31 dosier 609
El Ministerio de Defensa de España adquirió inicialmente
27 aviones A400M aunque finalmente solo 14 serán
operados y mantenidos por el Ejército del Aire.
El primer T.23 (nombre que recibe el A400M en nomenclatura
del Ejército del Aire) fue entregado al Ala 31
el 1 de diciembre de 2016. En aquel momento comenzó
un arduo proceso de transición por el cual se pasaría de
operar y mantener el T.10 Hércules, cuya entrada en servicio
se produjo en 1973, a operar y mantener el T.23, el
avión de transporte militar más moderno del mundo. Con
objeto de asegurar las capacidades del Ejército del Aire
en todo momento, la transición del T.10 al T.23 culminó
en el 2021, año en se dio de baja en servicio el T.10.
PRINCIPALES DIFERENCIAS CON EL T.10 HÉRCULES
Durante los cuatro años de convivencia entre el T.10 y el
T.23, el Ala 31 dividió y organizó sus recursos para atender
a las dos flotas. Lo cierto es que aun siendo la cantidad
revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2022
de recursos un gran problema, la mayor dificultad
residió en gestionar dos flotas con sistemas de gestión
del mantenimiento totalmente diferentes. Estas diferencias
se podrían categorizar en tres grandes bloques; las
diferencias del propio sistema de armas, las diferencias
en la gestión logística y las diferencias al aplicar la normativa
PERAM.
Gestión del mantenimiento
Es obvio que cada sistema de armas tiene sus propias
características y peculiaridades. El plan de mantenimiento,
el repuesto, los equipos y utillajes necesarios, incluso
las escaleras y andamios de trabajo son diferentes. Esta
adaptación es un proceso que lleva a cabo cualquier organización
de mantenimiento al adquirir una aeronave
nueva.
Además del plan de mantenimiento y las averías declaradas
por las tripulaciones, los aviones modernos y el
A400M, por supuesto, lo es, tienen un sistema de recopilación
de datos muy potente. Cada vez que el avión realiza
cualquier operación, ya sea un vuelo, un arranque de
motor, o cualquier otra, genera una gran cantidad de información.
Esta información es registrada y analizada por
el personal de mantenimiento con el objetivo de anticiparse
a las posibles averías detectando patrones de fallos
en sistemas o equipos concretos.