Los alumnos del curso de formación de tropa aprenden la técnica del fast rope que utilizarán para descender desde helicópteros.
que lo hacen han pasado muchos años
embarcados y aquí refrescan las técnicas
de combate terrestre. «Para infantizarnos
un poco», puntualiza el sargento
Sergio Conde, destinado en la fragata
Cristóbal Colón.
La EIMGAF, además, es la única escuela
donde los conductores de la Armada
pueden obtener los carnets C, C+E, D
y F, títulos reconocidos por la Dirección
General de Tráfico. En sus instalaciones
también enseñan a conducir transportes
de mercancías peligrosas y a maniobrar
con todoterrenos. Es la especialidad complementaria
de Automovilismo y Medios
Anfibios y Mecanizados, está destinada a
oficiales y suboficiales y dura seis meses.
«Les enseñamos la características técnicas
de los vehículos de ruedas así como el
empleo de técnicas específicas aplicadas
a la conducción todoterreno», explica
su responsable, el comandante Antonio
Trueque. «El alumno —añade— tiene
que ser consciente de la importancia de
la seguridad en este tipo de conducción,
saber hacer recuperaciones y ocultación
de vehículos». Para hacerlo tienen preferencia
los que son conductores, explica
el brigada Francisco Aznar, instructor.
«Los alumnos responden bien aunque
hay que quitarles algunos vicios».
fría para superarlo. «Si algo nos caracteriza
a los que continuamos aquí —señala
uno de ellos— es que somos muy cabezones.
Porque a veces la cabeza puede
ayudarnos a tirar de las piernas». Su
compañero reconoce que ha pasado mucho
sueño, mucha hambre durante casi
el año que dura este curso al que accede
personal de tropa de Infantería de Marina.
También pasarán por la Escuela de
Paracaidismo de Alcantarilla (Murcia)
y por el Centro de Buceo de la Armada
(Cartagena). Al final, salen como boinas
verdes, paracaidistas y buceadores de
combate.
En la Escuela, además, se imparte el
curso de adaptación para oficiales y suboficiales
del Cuerpo General que quieren
entrar en operaciones especiales. Los
BOINAS VERDES
Mientras los futuros sargentos continúan
su adiestramiento, en el muelle de
La Algameca se desarrolla el curso de
aptitud de la Fuerza de Guerra Naval
Especial (FGNE), uno de los más duros
de los que se cursan en la EIMGAF.
De hecho, solo lo termina entre el 5 y el
10 por 100 de los que lo empiezan. Este
año, de 20 solo quedan tres. «En la primera
semana, ya eran menos de la mitad
—explica un marinero—. Es el curso
de boina verde de la Armada y tanto los
profesores como los materiales son de la
propia FGNE». Lo más duro del curso,
señala, «es conocer los límites de cada
uno porque les puedes decir que se pasa
frío, que se pasa hambre, que es duro llevar
muchos kilos en la mochila, caminar
muchos kilómetros… Pero hasta que no
se sufre, no se toma conciencia. Por eso
les llevamos al límite, queremos gente
con valores, que sepa sufrir y que sean
disciplinados».
«La FGNE necesita personal —puntualiza
el comandante Pintos— pero no
puede bajar el listón de exigencia; la gente
tiene que ser de muy alta calidad. Por
eso el curso es muy duro».
Todos los que han llegado al final destacan
la importancia de tener la cabeza
El curso de aptitud
de la FGNE para
el personal de
tropa es uno de los
más duros
32 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2022