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reservas no conoció ningún cambio
hasta 20121. Además, la dramática
disminución de la natalidad en los 90
y 2000 reducirá la cantera de reclutamiento
(entre los 18 y los 27 años)
hasta, al menos, 2024 y hace que el
objetivo anual de 300 000 soldados
y marineros de reemplazo sea cada
vez más difícil. Las FF. AA. tienen que
competir por un personal menguante,
lo que los ha llevado a permitir el
reclutamiento de extranjeros, pero
sabemos que eso es sólo un parche.
Rusia necesita una reserva con capacidad
de combate y que permita reponer
las bajas de sus BTG, por no
hablar del consumo de personal que
conlleva una ocupación.
EL LARGO CAMINO
Durante unos cuatro años después de
Georgia, la reserva rusa siguió siendo,
en esencia, una lista de nombres generada
automáticamente por el servicio
militar obligatorio. Hay que destacar
que el Estado Mayor General creó
en septiembre de 2011 un departamento
para la organización de unidades
de defensa territorial en varias
agencias, aunque sin éxito. En el ejercicio
Vostok 2010, los reservistas activados
pasaron el tiempo sin recibir
ningún adiestramiento, lo que ahondó
en la escasa valoración de su papel.
No fue hasta el 7 de mayo de 2012
cuando Vladímir Putin ordenó por
primera vez la creación de una reserva
militar con efecto el 1 de enero
de 2013. Según ese plan, se le ofrecería
a la tropa y marinería, antes de
finalizar su servicio, un contrato de
tres años en la reserva con unos haberes
mensuales que iban desde los
5000 a los 8000 rublos. La Duma apoyó
esta iniciativa con un presupuesto
de 279,4 millones de rublos en 2014,
288,3 en 2015 y 324,9 en 2016. Eso
habría supuesto en 2014 hasta 4656
meses de activación de tropa y marinería
o unos 2910 para oficiales,
lo que dejaba una horquilla de unos
4500 reservistas activados durante un
La política rusa de reservas se ha basado hasta hace pocos años en el personal generado por el servicio militar obligatorio