fuerzas de las operaciones militares
de las NN. UU., singular si se compara
con el de otras organizaciones de
seguridad y defensa. La demanda de
capacidades militares para sus operaciones
se gestiona en las NN. UU.
mediante su carga en una aplicación
informática en la que los Estados
miembros pueden mostrar su disponibilidad
o voluntariedad. En paralelo,
se producen contactos bilaterales entre
las NN. UU. y un Estado en lo que
concierne a la coordinación necesaria
para aceptar ofertas.
Por lo que respecta al nivel misión, la
organización documental se basa en
una orden militar de operaciones y un
plan de apoyo, este último asociado
a la implementación del concepto logístico
de la misión por parte del componente
civil de manera complementaria
a la logística nacional. En cuanto
a la orden de operaciones, contempla
un diseño operacional clásico frente a
la situación para la que se desencadenó
la misión en 2006. En este sentido,
la misión cuenta con una fase inicial
de cese de hostilidades y retirada de
las Fuerzas de Defensa israelíes del
sur del Líbano, seguida de una fase
de transición hacia una posterior de
estabilización, para finalizar con una
de retirada. Se puede significar el estancamiento
de la operación en la fase
de estabilización desde que se alcanzó
hace ya más de diez años.
No obstante, existen una serie de documentos
singulares más allá de los
característicos de una misión militar.
En primer lugar, están las denominadas
reacciones tácticas estándar a
incidente. Se trata de una guía muy
detallada de actuación frente a incidentes
tipo que cubre la respuesta
desde el nivel individual hasta el propio
comandante de fuerza. En segundo
lugar, existen acuerdos particulares
que regulan la cooperación con
las Fuerzas Armadas Libanesas y la
UNTSO, con la que se comparte área
de operaciones en el sur del Líbano.
Por último, hay que mencionar el denominado
68 / Revista Ejército n.º 976 • julio/agosto 2022
diálogo estratégico, documento
que regula una iniciativa de la
misión con la que impulsar, de manera
coordinada con las propias Fuerzas
Armadas libanesas, el desarrollo
de las capacidades de estas últimas
mediante apoyos de otros países.
CONSIDERACIONES
La cadena de mando de las NN. UU.
es muy corta, existiendo tan solo dos
niveles por encima de la misión. Incluso
se puede afirmar que este número
de niveles se reduce a uno si
en Nueva York se consideran el nivel
político y el del cuartel general como
uno solo. Esta longitud de la cadena
de mando cobra especial relevancia
si se compara con la nacional o la de
otras organizaciones de seguridad y
defensa con las que España participa
en operaciones. Lo corto de esta
cadena de mando presenta como inconveniente
una posible tendencia a
la microgestión del nivel táctico por el
político dada la cercanía con la que se
perciben los acontecimientos.
La arquitectura de la documentación
operativa de las NN. UU. es mucho
más sencilla que la de otras organizaciones
de seguridad y defensa con las
que España colabora en operaciones
y no se encuentra sometida al procedimiento
de consenso por entender
que, una vez acordado el mandato de
la misión a nivel político mediante una
RCSNU, no es necesaria una coordinación
multinacional en niveles inferiores.
Con carácter general, el principio
que inspira toda esta arquitectura
es el de ofrecer iniciativa a los escalones
inferiores, acompañada de la exigencia
de responsabilidad.
Los cometidos asignados a la misión
en las propias RCSNU, junto con la
vinculación de su consecución al desarrollo
en colaboración con las Fuerzas
Armadas libanesas, ocasionan el
que la falta de voluntad o capacidad de
estas últimas para ejercer un control
efectivo del sur del Líbano comprometa
el cumplimiento de la misión. Sin
embargo, la propia UNIFIL no cuenta
con herramientas que permitan garantizar
la voluntad o la capacidad de
las Fuerzas Armadas libanesas para
alcanzar una capacidad operativa plena
que permita dar por finalizada la
misión. El diálogo estratégico desarrollado
por la misión no parece estar
alcanzando los objetivos deseados.
El mecanismo de generación de ROE
en las NN. UU., ad hoc para cada operación,
no parece tan ágil como el nacional
y el de otras organizaciones de
seguridad y defensa. En estos últimos
casos, la existencia de un catálogo
genérico permanente desde el que
extraer, mediante modificación de detalle
si es necesario, reglas para su implementación
es más resolutiva. Por
lo que respecta a la necesidad y desarrollo
del SOFA, el mecanismo de las
NN. UU es el mismo que para otras organizaciones
de seguridad y defensa.
El proceso de revisión de la misión es
complejo, variable en el tiempo, pero a
la vez permanente. No obstante, se trata
de un procedimiento completo que
asegura una debida guía política para
la misión a pesar de los cambios en
la situación. Este proceso contempla
Áreas asignadas a los distintos contingentes