ANÁLISIS
empleo integrado de todas las capacidades de inteligencia de las
FAS para satisfacer de forma oportuna las necesidades de información
e inteligencia militar de las autoridades militares. El SIFAS
es una organización funcional que facilita la colaboración con otros
organismos, tanto de la comunidad nacional de inteligencia como
con las agencias y servicios de inteligencia homólogos de los países
aliados y amigos.
CICLO DE INTELIGENCIA
La misión y las funciones del CIFAS se sintetizan en el llamado ciclo
de inteligencia, a través del cual determinadas informaciones son
requeridas, obtenidas, procesadas, analizadas y entregadas a la
autoridad que tiene que tomar una decisión. Se trata de una simplificación
secuencial de la labor que realiza cualquier órgano de inteligencia,
que permite distribuir los trabajos. El ciclo se compone de
cuatro fases: dirección, obtención, elaboración y difusión.
La fase de dirección la ejerce el director del CIFAS, auxiliado por
su Estado Mayor. Para llevarla a cabo, se ha de tener en cuenta todo
un corpus normativo y de planeamiento de la Defensa Nacional, que
empezaría con documentos de largo plazo, como la Directiva de
Defensa Nacional, la Estrategia de Seguridad Nacional y la Directiva
de Política de Defensa. Asimismo, la Directiva de Planeamiento Militar
y el Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas configuran y
acotan las necesidades informativas de la Defensa Nacional y de las
Fuerzas Armadas.
Con estos documentos, el JEMAD elabora la Directiva de Inteligencia
Militar, en la que establece las prioridades hacia las que
se dirige el esfuerzo de inteligencia militar; y el Plan de Inteligencia
Militar (PIM), en que el JEMAD determina los objetivos, las áreas
geográficas y los temas transversales de interés de inteligencia para
las Fuerzas Armadas, así como las necesidades prioritarias de Inteligencia
(NPI) que hay que satisfacer. Del PIM se deriva el Programa
General de Obtención de Inteligencia (PROGINT), documento de
referencia que elabora el CIFAS con vigencia de unos dos años, en
el que las NPI se desgranan en necesidades de información para
orientar el trabajo del CIFAS y del resto de organismos que forman
parte del SIFAS.
Para satisfacer dichas necesidades de
información, el PROGINT orienta el trabajo
de todos los sensores de inteligencia de
manera coordinada mediante la Capacidad
Militar Conjunta de Inteligencia, Vigilancia
y Reconocimiento, o proceso JISR
(por sus siglas en inglés de Joint Intelligence,
Surveillance and Reconnaissance). Así,
los medios de obtención de todo el SIFAS,
enmarcados en las diferentes disciplinas
de obtención, se ponen en funcionamiento
para reducir la incertidumbre, descubrir
dispositivos defensivos, identificar despliegues
de fuerzas y vislumbrar intenciones
de los actores que, potencialmente, puedan querer dañar los intereses
nacionales con el empleo de la fuerza o mediante acciones
híbridas, todo lo cual puede alterar el normal desempeño de la vida
cotidiana de los españoles.
Las disciplinas de obtención se estructuran según la tecnología
que utilicen o el fin que busquen. Así, tenemos la inteligencia de imágenes,
que obtiene información mediante el empleo de los sistemas
espaciales de observación de la Tierra, ya sean satélites ópticos o
con tecnología radar, o el análisis de videos obtenidos mediante los
sensores de los sistemas aéreos no tripulados (UAS, Unmaned Aerial
Systems), conocidos popularmente como drones. Por su parte,
la inteligencia de señales obtiene datos mediante el análisis del espacio
radioeléctrico para identificar amenazas electrónicas; la humana
consigue información de fuentes humanas mediante operadores; y la
de fuentes abiertas escudriña toda la información disponible a través
de internet, prensa, radio, televisión o redes sociales, que se cifra en
torno al 85 por 100 de la información que necesitamos, siempre que
seamos capaces de acceder a la misma. Esta disciplina se ve multiplicada
en sus efectos por el empleo de las nuevas tecnologías, como la
inteligencia artificial y el tratamiento de datos masivos, o big data, que
permiten, en breve plazo, acceder a información filtrada y sistematizada
sobre asuntos de todo tipo que sean de interés para el Centro.
Existe, asimismo, la inteligencia en el ciberespacio, muy relacionada
con la de fuentes abiertas, en la que se emplea el ciberespacio como
dominio para la obtención de información, lo que no debe confundirse
con la ciberinteligencia, que se encarga de detectar amenazas en el
ciberespacio para la protección de los sistemas y elementos tecnológicos
ante posibles ciberataques.
En cada uno de estos ámbitos se encuentran profesionales con
una alta especialización y años de paciente formación y experiencia
operativa, capaces de extraer el máximo rendimiento de los sistemas
técnicos con la seguridad garantizada.
Cuando todas las piezas de este puzle se ponen juntas, la incertidumbre
empieza a despejarse y el campo de batalla actual o
futuro, real o potencial, toma forma a la espera de que toda la información
obtenida se ponga en manos de los
protagonistas de la tercera fase del ciclo, la
elaboración. Ellos son los analistas. El alma
de la inteligencia.
El análisis de inteligencia es una disciplina
científica, alejada de la intuición o la ocurrencia
en un determinado momento. Las
técnicas estructuradas de análisis confieren
a esta fase del ciclo la virtud de impermeabilizarla
contra los sesgos personales de quienes
trabajan como analistas. Son mujeres y
hombres conocedores de la historia, la cultura,
las costumbres y los sistemas sociales
y políticos de las áreas sobre las que llevan
trabajando durante años. Militares y también
Los analistas
de inteligencia
conocen la
historia, cultura
y costumbres de
las áreas sobre
las que trabajan
42 Revista Española de Defensa Septiembre 2022