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Revista del IEEE 6

156 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 6 / 2015 continuidad de la actual política de disuasión nuclear de Israel, dejando de lado el punto de vista de seguridad nacional, no demuestra que la calma regional se haya conseguido a través de una de sus más monótonas y singulares políticas. No declarando o negando sus capacidades, Israel ha evitado de manera indirecta el avance de los instrumentos legales de control de armamento a nivel regional, no siendo el único condicionante a culpar por el estancamiento de los mismos. Además, el hecho de que hasta hace poco la disuasión nuclear haya sido atribuida tan solo un Estado, Israel, difiere del estado de paridad que tenían los Estados Unidos y la Unión Soviética. Esta situación ha promovido un punto de vista regional dominado por los países árabes y musulmanes. Pero para que la disuasión funcione, las capacidades deberían de ser mutuas, en otro caso, no habrá nunca un equilibrio de poder.34 Esta situación hace referencia al ya mencionado complejo proceso detrás de las implícitas dificultades de transformar una situación de DMA en una situación de equilibrio regional. El dilema de alcanzar un equilibrio de poder a través de una situación de DMA es ya desde un punto de vista teórico, poco claro si se analiza la dinámica actual de la zona. Asimismo, el debate regional sobre la disuasión se ha focalizado durante décadas, en las particularidades de la política de ambigüedad de Israel. En este sentido, a causa de la política que impera hoy en día en Oriente, parece más que discutible afirmar que la actual carrera de ADM y armas convencionales son exclusivamente causa de la política israelí. Las dinámicas inherentes a los conflictos intra-árabes y arabo-iraní también han moldeado la complejidad de la región,35 promoviendo el particular y profundo arraigo de la disuasión nuclear. Un ejemplo de esta creencia regional y su paralela desconfianza puede encontrarse en las intervenciones iraníes, saudís o egipcias durante las últimas conferencias de revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear o más recientemente, tras las preocupaciones de Irán o Arabia Saudí durante las últimas mediaciones del conflicto sirio. En conclusión, las ADM se relacionan con distintas voluntades regionales que escapan del conflicto árabe-israelí. Por lo tanto, para llegar a un control efectivo de armas en Próximo Oriente se necesitará una lógica de negociación que vaya más allá de tomar el conflicto árabe-israelí como punto de partida.36 Por último, y no siendo el objetivo de este artículo, la aparición de actores no estatales como el Estado Islámico podría extender la complejidad regional mucho más. La complejidad de la zona es aún mayor si se consideran las distintas alianzas geopolíticas existentes y su enorme dependencia a países de fuera. La disuasión extendida y los movimientos no alineados de la región complican aún más el necesario 34  ELDEN ALY, Hossam. The deterrence potential of Weapons of Mass destruction (WMD) in the Arab-Israeli enduring rivalry, Vienna: Dissertation, Uni Wien, 1999, p. 9. 35  JONES, Peter. New directions in Middle East deterrence: Implications for Arms Controls, Middle East Review of International Affairs, v.1, n.4, December 1997. 36  Ibid. http://revista.ieee.es/index.php/ieee


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