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Revista de Historia Militar 118

172 LUCAS MOLINA FRANCO maquinaria y diferentes elementos necesarios para poner en marcha la fabricación, así como unos bidones con los barnices, todo fue vano. 9.-Empresa AGEKA El 22 de mayo de 1943 se reunían en la Agregaduría Aérea española en Berlín, representantes españoles y alemanes39 para tratar sobre la adquisición de 71 fonolocalizadores40 “Tepas Belge”, modelo V-20 tipo 1940, que habían sido ofrecidos a España por AGEKA en carta remitida al Agregado aéreo español el 19 de enero de ese mismo año. En el mes de marzo, una comisión española al mando del comandante de Artillería Antonio Moiño, había visitado la empresa constructora y había examinado los citados fonos, resultando que unos 60 eran aparatos nuevos41. El día 24 de ese mismo mes de mayo, en otra reunión entre los mismos representantes, se estudió la viabilidad de la adquisición directa, firmando un contrato con la AGEKA. Se informó a los españoles que se disponía de un total de 85 fonos de este modelo, además de dos que estaban incompletos y uno, averiado, que podrían adquirirse para tener piezas de repuesto. El precio por aparato nuevo era de 40.000 marcos, aunque AGEKA se avino a hacer una rebaja del 10% en el lote a adquirir por España para tener en cuenta la diferencia entre los aparatos nuevos y reparados,proponiendo que cada fonolocalizador completo costara 36.000 marcos.El general Martínez de Campos, presidente por aquel entonces, de la Comisión Española para la Adquisición de Material de Guerra en Alemania,decidió aceptar los 88 fonos ofrecidos, comunicándoselo así al Ministro 39 La comisión española, en ausencia del Agregado Aéreo, José Pazó Montes, estaba presidida por el comandante de Artillería, Ricardo Castro Caruncho, siendo vocales de la misma los comandantes de Aviación Álvaro Soriano y Enrique Cárdenas. Por parte alemana, el representante era el Barón von Walterhausen. 40 Se denominaba fonolocalizador a un aparato acústico de localización apto para la defensa contra aeronaves, destinado a determinar las coordenadas angulares de un avión “invisible”, bien de día o de noche, en cualquier condición climática. Los ofrecidos a España eran de un modelo de campaña capturado por los alemanes en la invasión de Bélgica, cuyas bases acústicas tenían 3 metros de separación. Fueron empleados por los ejércitos desde la Primera Guerra Mundial y muy útiles cuando todavía no se había inventado el radar, pero ya desfasados en 1943. 41 El trabajo desarrollado por la comisión española fue, por una parte un estudio histórico de los aparatos, por otra el estudio de la descripción y el funcionamiento, para terminar con una visita y examen de las diversas fases de su fabricación y una demostración práctica de su funcionamiento con aviones en vuelo, atendidos los fonos por personal de la defensa antiaérea alemana. Para seguir el tema de los fonolocalizadores: “Asunto Fonolocalizadores TEPASBELGE y dirección de tiro C.A. Hasemmayer (Sic)” Documentación del general Martínez de Campos en Berlín. AGMAV. Caja 24.711. Fondo del antiguo Ministerio del Ejército. Revista de Historia Militar, 118 (2015), pp. 172-184. ISSN: 0482-5748


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