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Revista de Historia Militar 118

56 JUAN ANTONIO GÓMEZ VIZCAÍNO junto con el Deán de la iglesia de Cartagena, D. Sebastián Clavijo, «reparásemos primeramente un agujero que hay en la muralla junto arreglo de la muralla pues los muros y cerca vieja de ella están caídos y y fortaleciésemos los lugares necesarios para defensa de ella», pues él no puede hacerlo al no tener Alcalde Mayor en Murcia21. La atención que demanda el mantenimiento y buen estado de las murallas es constante y se trabaja con asiduidad en la reparación que se lleva a cabo en los numerosos portillos que tienen los muros que cierran la ciudad, entre los que se señalan «de San Leandro en el mismo lienzo de muralla junto a la garita de la Casa del Rey y en la puerta de la casa mixta frontera de la casa del Rey», «a la garita de las Salinas», «en frente de los hiladores de esparto», «en la dicha muralla en la casa de los hiladores», «en el rincón de la Morería», «encima del caballero de la Serreta en el Molinete», «en la puerta de San Ginés», «encima de los Antigones», «debajo de la muralla del Castillo en Gomera…»22. Además se producen frecuentes daños tanto por las inmundicias que en los terraplenes arrojan los vecinos como el constante paso de ganados por lugares inapropiados, para cuya reparación es preciso acudir a la recaudación de fondos entre los vecinos mediante cedula real para el «muy mal reparados»23. Sin embargo estas reparaciones se llevarán a cabo con lentitud y dos años después por sendas cartas reales de 11 de diciembre de 1555 se concederán nuevamente a la ciudad 2.000 ducados procedentes de los impuestos para las murallas viejas que «tienen mucha necesidad de repararse y cerrarse algunos portillos que hay en ella>24, y 450 ducados procedentes de la venta de hierba de la dehesa para reparar la muralla vieja «que está a la parte de la mar que llaman cautá (sic) que está para caerse y hay en ella algunos portillos»25. Pero la escasa calidad de los materiales empleados en la construcción de la muralla así como en sus posteriores reparaciones, no mitigarán el problema de su mantenimiento en buen estado, a los que se unía en esta época el mal estado de la fortaleza, para lo que se dispondrá de fondos otorgados por carta real, de lo se obtenga por el arrendamiento durante seis años de la hierba de Camponubla y la Dehesa Mayor26. 21 AMC: CH 2110-22. 22 AMC: CH 2397-4, 18 de octubre sin citar año. 23 AMC: CH 2396-32, 11 de abril de 1553. 24 AMC: CH 2396-33. 25 AMC: CH 2397-2. 26 AMC: CH 2144-14. Revista de Historia Militar, 118 (2015), pp. 56-76. ISSN: 0482-5748


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