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Revista de Historia Naval 131

LA ORGANIzACIóN DEL SERVICIO DEL RESGUARDO MARÍTIMO EN ESPAñA... más poderosos (41), lo que aumentó aún más la desconfianza que suscitaba la compañía guardacostas. Además de Miguel Orts García, formaban parte de esta sociedad otros benidormenses, como Vicente Orts, Francisco Llorca Linares, josé Orts o Diego de Soria, todos los cuales habían fijado su residencia en Cartagena. Según los estados de diferentes organismos, los resultados de la empresa guardacostas durante el primer cuatrimestre de 1843 arrojaban 78 aprehensiones, 48 caballerías y 42 buques, ascendiendo la cantidad de tabaco decomisado a 154.677 libras y existiendo 204 fardos de géneros y tabaco sin clasificar, cuyo valor se cifraba en 30.000 duros. No obstante, en estos años también se produjo un cambio de la mentalidad de las autoridades inglesas con respecto al contrabando. Así quedó patente tras el nombramiento como gobernador de Gibraltar, en diciembre de 1843, de Robert Gardiner, quien se había mostrado totalmente contrario a estas prácticas, y que mantuvo su postura a pesar del malestar que causó entre los comerciantes gibraltareños, que vieron gravemente perjudicados sus intereses comerciales (42). En lo relativo al departamento marítimo de Cartagena, en el período comprendido entre julio de 1836 y mayo de 1843 se llevaron a cabo por lo menos 41 capturas, entre ellas 14 faluchos, 1 bergantín goleta, 1 bergantín, 11 laúdes, 2 místicos, 1 bombarda, 5 barcas de pesca, 1 bote y 5 naves cuyo tipo no se indica. Como se ve, se trata en su mayoría de buques de cierto porte, muchos de ellos armados y dispuestos a mantener combate con los barcos de la contrata de Orts, como ya se ha visto. Una vez que el Estado asumió directamente las competencias del Reguardo, las tornas cambiaron y los contrabandistas hubieron de rebajar su prepotencia. El incidente de Cartagena Durante el tiempo de vigencia de la contrata con Llano, Orts y Compañía, el puerto de Cartagena fue testigo de diferentes hechos relacionados con la represión del contrabando. ya se ha indicado la beligerante actitud de los ingleses a la hora de proteger esta actividad ilícita, beligerancia que quedó plasmada en las ocasiones en que los guardacostas españoles apresaron alguna embarcación contrabandista y la internaron en puerto. Paradigmática al respecto fue la actitud de los británicos con motivo de la captura, el 5 de mayo de 1841, de un falucho contrabandista que conducía un cargamento de tejidos de algodón y tabaco y que había partido de Gibraltar. El buque quedó internado y bajo resguardo del Tribunal de Rentas de Cartagena. No obstante, el cónsul inglés en la plaza requirió del gobernador de Gibraltar la remisión de dos bergantines de guerra, (41) El Popular (Barcelona), 19 de abril de 1841. (42) SÁNCHEZ MANTERO, pp. 102-109. Año 2015 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 63


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