ya comentada junta Central Republicana de Cuba y Puerto Rico y otros grupos disidentes. Estos enfrentamientos condicionarían el que las expediciones no tuvieran una dirección y una organización única, sino varias y entrecruzadas, llevadas a cabo por los diferentes grupos de poder dentro del bando insurgente, con todo lo de negativo que significaba para el éxito final de las mismas. Con el apoyo de la citada junta actuó el general Francisco Cisneros, que fue quien organizó las importantes expediciones de los vapores Salvador, Mary Lowell, Henry Burden, Perrit, Anna y George B. Upton, mientras que el general Manuel Quesada —enfrentado al mencionado órgano— sería el artífice de un segundo centro de operaciones que organizó las expediciones del Hornet, el Florida y el Virginius. A estos dos grupos principales, especializados en el transporte de grandes contingentes de armas y hombres, se añadiría un tercero, capitaneado por josé Varona, que se encargaría sobre Figura 2: Dirigentes independentistas cubanos de la Guerra de los Diez Años (La Ilustración Española y Americana) todo del transporte de correspondencia y documentación secreta, para el que solían utilizarse embarcaciones más pequeñas, como las balandras Velocidad y Wave. También participaron en la organización y financiación de algunas de las expediciones varios ciudadanos extranjeros. Como el militar norteamericano Thomas jordan, Henry Reeve, el Inglesito, y el canadiense Wiliam OʼRyan, que llegaron a Cuba durante los años 1869-1870 —los más activos del conflicto con las expediciones de los vapores Perrit y Anna—, o el civil Thomas L. Dorwin, también norteamericano, quien se ocupó del equipamiento y tripulación del vapor George B. Upton en mayo de 1870. Asimismo son de destacar el general venezolano Manuel Garrido y otras señaladas autoridades de algunos de los países denominados «amigos» de los insurgentes, como Perú, Chile, Venezuela, Colombia, México, Haití y la República Dominicana. En el caso de Perú, país que había estado en guerra con España en 1866 — integrado en una coalición con Chile, Ecuador y Bolivia—, y con el que no se firmaría un tratado definitivo de paz hasta 1879, su gobierno, en combinación con el de Venezuela, armó a principios de 1867 el vapor chileno Meteoro y 12 SUPLEMENTO N.º 22 A LA REVISTA DE HISTORIA NAVAL. Núm. 131
RHN suplemento 22 131
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