versitarias a las Fuerzas Regulares en Melilla donde realizó su periodo de prácticas. Posteriormente, su primer destino como Jurídico Militar, una vez aprobadas las oposiciones, fue el de Teniente Auditor en la Fiscalía de la Novena Región Militar con sede en Granada. Ya como Capitán Auditor (quizá el destino más bonito del Cuerpo Jurídico en aquellos momentos de la jurisdicción compartida) prestó sus servicios en las Auditorias de Guerra de Canarias y después de la entonces IX Región Militar en Granada en cuyo destino yo le sustituí en 1982). Ya a partir de ahí siempre hubo un intenso contacto profesional y personal entre nosotros pues su siguiente destino fue, una vez ascendido a Comandante, el Juzgado Togado de Melilla (que era jurisdicción de la Capitanía general de Granada), de donde pasó al Juzgado Togado de Málaga en los empleos de Comandante y Teniente Coronel. Esto implicaba su jurisdicción sobre el Tercio Alejandro Farnesio IV de La Legión con base en Ronda. Esto mantuvo su constante relación con el Tercio en este y sus anteriores destinos que le llevó a ser nombrado «Legionario de Honor» con derecho al uso y disfrute del característico gorro legionario conocido como «chapiri». Tal distinción y reconocimiento estaba plenamente justificada pues siempre supo cohonestar el rigor implícito en su función jurisdiccional con las peculiaridades intrínsecas de ese Cuerpo sin merma de la justicia y con aprovechamiento 458 para la disciplina. Su perfil jurisdiccional sufre un paréntesis cuando al ascender a Coronel es destinado a la Asesoría del Cuartel General del Aire lo que le hace pasar dos años en Madrid en funciones de asesoramiento hasta que, nombrado Presidente del Tribunal Militar Territorial Segundo con sede en Sevilla, vuelve a Andalucía donde permanece hasta su ascenso a General Auditor, ya en el año 2003. En su calidad de madrileño de «adopción» permanece destinado siempre en el Tribunal Militar Central, primero como Vocal (hasta 2006), y después como Presidente del mismo hasta el fin de su vida activa en 2010. A lo largo de su dilatado servicio activo acumuló doce condecoraciones militares y civiles que atestiguan su valía profesional y militar. Pero su valía personal se acredita por el arraigo de su persona en un amplio abanico de ámbitos ya sea de índole jurídico, pues fue profesor en la Escuela de Prácticas Jurídicas «Antonio Naya» y en la Universidad de Málaga donde impartió clases de Derecho Procesal, o de índole cofradiero en su Málaga natal donde la Semana Santa tiene un significado tan profundo y en la que mantuvo vinculaciones con diferentes cofradías de la
REVISTA ESPAÑOLA DERECHO MILITAR 95-96
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