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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL MAYO 2016

para la OTAN». Sin embargo, no es ningún secreto que la asociación entre la Unión Europea y la OTAN tiene mucho margen de mejora. Con todo, las necesidades que emanan del arco de inestabilidad que bordea Europa proporcionan una oportunidad única para reforzar la complementariedad y coordinación entre las dos. La crisis en Ucrania determinó un nuevo marco de colaboración y, por primera vez, se han sincronizado de manera adecuada las respuestas de poder blando y duro y los contactos y consultas políticas OTAN-UE se han intensificado. En diciembre pasado, el secretario general de la OTAN, Stoltenberg, y la Alta Representante de la Unión Europea para asuntos exteriores y política de seguridad, Federica Mogherini, expresaron su resolución para trabajar más estrechamente7. En especial, acordaron desarrollar tres áreas con vistas a Varsovia y en el contexto de la futura estrategia de seguridad global de la Unión Europea: la actuación contra las amenazas híbridas, el apoyo a terceros países y el desarrollo de las capacidades de defensa europeas. Sin embargo, la crisis en Ucrania y las sanciones contra Rusia, así como los diferentes enfoques sobre la crisis de los refugiados — con enormes implicaciones para la cohesión y 16  REVISTA EJÉRCITO • N. 902 MAYO • 2016 solidaridad europeas— y las sanciones en contra del régimen sirio han demostrado que es cuestionable que la Unión Europea hable con una sola voz. Las prioridades divergentes de seguridad, la escasa ambición por disponer de una política común, las diferentes culturas estratégicas y la restricción generalizada de los presupuestos de Defensa nacionales obstaculizan el desarrollo de una estrategia europea de auténtico calado. Esta situación influye negativamente tanto sobre la política común de seguridad y defensa de la Unión Europea como sobre la OTAN. En Varsovia se espera que EEUU demande una distribución más equilibrada de las responsabilidades en Defensa, pero es poco probable que los aliados europeos adopten una posición común al respecto. Por lo tanto, y aunque no se hagan públicas, existe un riesgo real de que se amplíen las discrepancias transatlánticas. Las relaciones con Rusia El secretario general de la OTAN está explorando la opción de reactivar el Consejo OTAN-Rusia, paralizado desde la ocupación de Crimea, como una forma de rebajar la tensión con Moscú. Soldados rusos desfilando. La política exterior rusa preocupa a los aliados


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