Era un instante fácil de determinar, corresponde al instante en que el sol está más alto sobre el horizonte, y por lo tanto, la sombra que proyecta un objeto vertical en ese instante es más corta que en cualquier otro. Como no era cuestión de que para saber cuándo era mediodía todo el mundo *se pusiese a medir la longitud de las sombras, se centralizaba esa tarea en la aldea o pueblo, de modo que sabiendo, por ejemplo, que a mediodía la sombra de una esquina estaba en una muesca, se avisaba mediante el toque de las campanas, se llamaba toque de oración (del Ángelus). En los puertos de mar, se hacían también señales acústicas mediante un cañonazo o visuales dejando caer una gran bola por un alto mástil (puede verse esta bola de señales en la fachada del Real Observatorio de la Armada en San Fernando, Cádiz). Los meridianos Reloj solar, Helios y Selene situado en Zaragoza, en el parque de Oriente, al lado del El mediodía en un lugar (al igual que la puesta de sol), no sucede en el mismo instante que en otro que se encuentre al este o al oeste. Es decir, la hora es un fenómeno local y depende de la longitud del lugar considerado. Por ello, por motivos prácticos, cada país tenía un meridiano de referencia u origen de longitudes y la hora medida en ese meridiano, era la hora ofi cial del país. Así, en España, era el meridiano de Madrid, en concreto del Observatorio Astronómico Nacional, que se encuentra al lado del Retiro madrileño. Pero para usos de navegación, se tomaba el del Observatorio de la Armada, e incluso para los viajes atlánticos el meridiano origen se encontraba en el punto más al oeste de España, en la isla de Hierro. Hay países con una enorme extensión geográfi ca, como Estados Unidos o Rusia, de modo que la hora entre dos puntos puede diferir en varias horas, por lo que en estos países no tenía objeto el que hubiera una 70 Armas y Cuerpos Nº 132 puente de Ranillas única hora ofi cial. Por otra parte, con el desarrollo de las vías ferroviarias de gran longitud que atravesaban de costa a costa el continente americano, de cara a controlar los horarios de los trenes, se vio la necesidad de dividir la Tierra en zonas, y que en cada una de esas zonas hubiera la misma hora. Dado que la Tierra gira sobre su eje en 24 horas y que su ecuador es un círculo con 360º, parecía lógico tomar que cada 15º (360/24) hubiera una hora de diferencia. Así surgió el “huso” horario, llamado así por su similitud con el huso de la rueca de hilar. En la International Meridian Conference de 1884 celebrada en Washington, se dividió el mundo en 24 zonas horarias (husos) con el fi n de establecer una pauta universal y se tomó como meridano origen de longitudes el meridiano de Greenwich, también llamado meridiano cero. Este meridiano cero está en el centro de su huso, es decir, éste abarca los lugares situados entre las longitudes 7.5º este y 7.5º oeste. Se adoptó también que el cambio de día se produce en el meridiano de 180º. Como la Tierra gira de oeste a este, cuando viajamos hacia el oeste, al cambiar de huso hay que restar una hora, mientras que si lo hacemos hacia el este, hay que añadirle una hora.
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