NACIONAL JULIO 2016 | TIERRA Nº 13 una parte de su personal y sus vehículos. El objetivo era aplicar lo aprendido a una situación real y, para comprobar cómo lo hacían, un equipo de evaluación de la Brigada X seguía sus pasos en cada una de las acciones. «Nuestro cometido es valorar la aplicación de los procedimientos que hemos puesto en común, y ver cómo resultan cuando tenemos que ir todos a una», explicaba el capitán Garrido, jefe de los evaluadores, en referencia a los ejercicios de nivel sección y subgrupo táctico que se programaron. Fase técnic a y táctic a La fase de ejecución del ejercicio se dividió en dos: primero, unas pruebas técnicas a los vehículos en dotación, para ver cómo respondían los filtros o los neumáticos. Además, al personal de la Brigada X, se les hicieron análisis y pruebas psicológicas en Córdoba, que se repitieron al término del ejercicio, para ver la resiliencia. Y luego, una fase táctica en la que se contó con observadores (oficiales de Fuerzas Ligeras con experiencia en Afganistán o Irak). Un capit án afort unado Precisamente, uno de los aspectos más destacados de este ejercicio se produjo durante la fase táctica, en la que se reunieron en un mismo subgrupo táctico, bajo el mando de un capitán, los medios más representativos de las unidades de Fuerzas Pesadas: carros Leopardo, de la Brigada XII; vehículos Pizarro de fase I, de la Brigada X, y fase II, de la Brigada XI; TOA, de la Brigada de Caballería, y vehículos Centauro, del Regimiento “España” nº 11. El subgrupo táctico estaba reforzado con una sección de VAMTAC del Regimiento “Farnesio” nº 12, una sección de Zapadores de la Brigada de Caballería, y un equipo de recuperación, otro de tiradores de precisión y un mini UAV Raven, todos de las Brigada Acorazada. El capitán López Sánchez, de la Brigada XII, elegido para liderarlo, recibió el encargo como un privilegio, a pesar de las dificultades que entrañaba. «Para mí es una oportunidad enorme y una experiencia brutal tener que poner en conjunto los procedimientos de la Infantería Pesada y la Caballería. Lo más complicado ha sido establecer un mínimo de cohesión inicial entre todas las secciones porque, aunque conocía a todos los tenientes, no son de mi compañía; tuvimos que adaptarnos a trabajar con un frente más amplio o acostumbrarnos a las mayores distancias de la Caballería», destacó el oficial. 33
TIERRA EDICION DIGITAL 13
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