Flexibilidad del fuego indirecto: sistema de fuegos y empleo de la Artillería El oficial de infantería suele pensar que diciendo al observador de artillería los fuegos que necesita, el resto es problema de los artilleros. El suboficial de artillería suele pensar que la táctica no es su problema, sino gestionar los fuegos que el infante le pide... 41 la tercera dimensión; combate por la superioridad de fuegos indirectos, a nivel división, en profundidad; y combate por la superioridad de fue-gos directos, de brigada hacia abajo, en el combate próximo. Los fuegos indirectos hacen una importante contribución a estos tres combates. Las tácticas eficaces se funda-mentan en el apoyo mutuo. Para que las armas se apoyen mutua-mente se requiere un elevado grado de confianza entre los hombres que las manejan. Y esa confianza sólo se obtiene mediante una profunda familiaridad con la otra arma: co-nocimiento sobre su forma de ac-tuar y adiestramiento común. Aquí se encuentra el principal problema del sistema de fuegos indirectos. Exige a los oficiales de artillería po-cos conocimientos tácticos “sobre el terreno”, y exige mucho a unos suboficiales observadores avanza-dos que carecen de conocimientos tácticos y experiencia. El oficial de infantería suele pen-sar que diciendo al observador de artillería los fuegos que necesita, el resto es problema de los artilleros. El suboficial de artillería suele pen-sar que la táctica no es su proble-ma, sino gestionar los fuegos que el infante le pide. En consecuencia, nadie afronta con profundidad el empleo táctico de los fuegos a es-tos niveles. ¿Cómo solucionar este proble-ma? El oficial de infantería debe comprender muy bien el sistema de fuegos indirectos, porque esto le permite conocer sus posibilidades. No puede delegar el empleo táctico de los fuegos indirectos en su ob- servador; debe sacar provecho tácti-co de esos fuegos, porque la táctica de artillería no es algo separado de la táctica de infantería. El subofi-cial de artillería puede proporcionar conocimientos técnicos, servir de enlace y asesorar a un infante que posea conocimientos de artillería, pero sólo en este caso. Si hablan idiomas diferentes jamás podrán entenderse. CONCLUSIÓN El sistema de “apoyos de fuego” que reflejan las publicaciones pone de manifiesto su bondad en líneas generales. Pero algunos de sus as-pectos más importantes no están suficientemente explicados y se deben deducir de los ejemplos que contienen. Se infiere que hay aspec-tos que se deben concretar en cada operación, para proporcionar mayor flexibilidad en su materialización. La combinación de estas dos ca-racterísticas produce ambigüedad, en el sentido de que no se puede determinar si un determinado as-pecto se encuentra establecido así por norma o, por el contrario, sólo constituye un ejemplo. Además, este conocimiento del sistema se debe complementar con el estudio y la reflexión de la táctica aplicada en casos concretos. El teniente coronel D. José Luis Gómez Blanes pertenece a la XLV promoción de la AGM, especialidad fundamental Infantería, y en la actualidad está destinado en el Departamento de Operaciones de la Escuela de Guerra del Ejército, ejerciendo de profesor de táctica e historia militar.
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2016
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