92 ARTILLERíA MEMORIAL , nº 172/1 - Diciembre de 2016 de Restos casaca de Daoíz Según recuerda Mercedes Améza-ga, fue una pieza muy complicada de intervenir, no solo por su carga histó-rica, sino porque el personaje murió con ella puesta. Se tuvo que parar en muchos momentos para que entra-sen los estudios de ADN, la dirección técnica del museo y los historiadores, con el fin de no borrar ninguna hue-lla de la historia. Ciertamente, después de 163 años, nadie era ya muy consciente de lo que quedaría de esos restos en las urnas, por lo que fue muy emocionante y sorprendente comprobar que todavía contenían algo reconocible... Durante el proceso de restau-ración e ir recuperando su forma y textura, la guerrera reveló los puntos exactos donde penetraron las bayo-netas francesas, hasta desvelar final-mente tres pinchazos mortales: dos a la altura del corazón y otro más en el espacio intercostal derecho. El resultado final de la investi-gación desecha la versión histórica sobre el lance final que costó la vida al artillero, que relata que los gra-naderos franceses atravesaron con sus bayonetas a Daoíz por la espal-da, quedando demostrado que fue por el pecho. Además, gracias al abundante sangrado en vertical que presenta la casaca, los investigadores han deter-minado que Daoíz continuó comba-tiendo de pie durante un prolongado espacio de tiempo hasta que cayó sin conocimiento al suelo, posiblemente como consecuencia del desangra-miento, lo que muestra que tuvo que pasar unas últimas horas terribles. Luis Miguel Muñoz, quien parti-cipó en la recuperación del uniforme de Daoíz, como especialista en meta-les, desveló que los 40 botones de la guerrera eran lisos, una petición ex profeso de Daoíz cuando mandó con-feccionar su guerrera, puesto que los botones y elementos metálicos de las guerreras de artillería de la época so-lían estar grabados en relieve. La falta de algunos botones co-rrobora la versión conocida. Sin embargo, no solo Downie sustrajo partes del traje, ya que las bombas del cuello están recortadas a tijera, y tan solo se conservan dos bombe-tas en los faldones de la casaca, lo que refleja la costumbre de conser-var algún recuerdo de alguien ad-mirado que fallece. De esta forma, los expertos han concluido que la casaca pertenece, con toda seguridad, a Luis Daoíz, en concreto al uniforme que llevaba el Dos de Mayo y con el que fue enterra-do. Sustentado, además, en numero-sos documentos que señalan que no
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2016
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