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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 854

torna difícil, e incluso encender fuego para calentarlo, imposible… Adaptados a las adversidades climáticas, personas máquinas y equipos asumieron la responsabilidad de proteger, durante veinticuatro horas al día y 116 días ininterrumpidos, el espacio aéreo de soberanía de las tres repúblicas bálticas, además de su espacio aéreo de responsabilidad y el área adicional de Policía Aérea (Air Policing Area). En suma, más de 193.000 kilómetros cuadrados, extensión superior al doble de la superficie de Portugal. Simultáneamente, el personal del GRUNOMAC, GRUCEMAC y GRUALERCON destacado como parte del DAT Vilkas en el Control and Reporting Center (CRC) de Karmelava, situado en un bunker al lado de la ciudad de Kaunas, contribuyó infaliblemente a la vigilancia y control de esa fracción de Europa y de la OTAN, proporcionando el entrenamiento requerido por los controladores de interceptación pertenecientes a las tres repúblicas bálticas. La cara de la moneda más operativa de la misión BAP la han proporcionado los cuatro C.16 permanentemente armados con misiles AMRAAM, IRIS-T y contramedidas electrónicas e infrarrojas de todo tipo y los pilotos que los operan. La cruz, sin embargo, muchas veces oculta, la ha constituido el personal que apoya al Destacamento. Aquellos del Ala 14 que apoyan a esos pilotos en la preparación y explotación de las misiones, los que mantienen operativas sus aeronaves y suministran su combustible y previenen y actúan ante posibles incendios durante la puesta en marcha. Los del GRUMOCA, que certifican las comunicaciones seguras, la protección a la fuerza y el servicio CATO del EADA y SEADA, la sanidad de las dos unidades UMAAD, el apoyo económico y de información pública proporcionado por diversas unidades del Ejército del Aire…, todos han contribuido directamente, sin duda, al éxito o al fracaso de la misión BAP. En relación con este último capítulo, el de la información pública, es necesario recordar que la misión BAP sigue constituyendo un especta- Destacamento Vilkas Bomberos en el destacamento Vilkas Sargento 1º del Ejército del Aire La vibración de los motores del C-16 Eurofhigter se transmiten por todo el hangar y el bombero de servicio, tenso, aprieta la mano en torno al maneral del extintor. 24 horas al día el servicio de QRA (Quick Reaccion Alert) mantiene en vilo a los componentes SERGIO PALOMARES MARCO Emblema de la sección de bomberos del Ala 14. del destacamento Vilkas que integran la misión española en la Baltic Air Policing (BAP) en la Base Aérea de Siauliai (Lituania) bajo mandato y dirección de la NATO. Uno de los componentes permanentes en este servicio es el bombero, cada salida, cada arranque y cada llegada de aeronaves debe contar con uno de los integrantes del parque contra incendios que para tal efecto participan en la misión. La principal tarea del equipo contraincendios es sin duda el rescate de pilotos; los bomberos son los encargados de realizar las operaciones de aseguramiento en cabina y de la extracción de los tripulantes del área de peligro. Es ésta una danza ensayada cuya coreografía conocemos todos los integrantes del equipo de trabajo español, ya que pilotos, mecánicos y armeros conviven habitualmente en las prácticas que la sección de contra incendios del Ala 14 realiza en Albacete. Empero en el destacamento Vilkas, los bomberos españoles deben además formar y asesorar al personal de emergencias lituano, que conforman entre bomberos y sanitarios el grueso del equipo de rescate y extinción que opera en la base aérea. La barrera idiomática y los métodos de trabajo no pueden ser un obstáculo a la hora de actuar en una emergencia aérea. Desde el primer día de misión y con la estrecha y amable colaboración de las autoridades y personal lituano, llevamos a cabo regularmente diversas actividades de formación tanto teórica como práctica con el objetivo de coordinar esfuerzos y voluntades. Áreas de peligro, peculiaridades intrínsecas del C-16, aproximaciones de rescate y métodos de extracción de tripulantes... estas son algunas pinceladas de las materias que compartimos y ensayamos con los servicios de emergencias de la Base Aérea de Siualiai. En poco más de 10 minutos los aviones están en el aire y ahora la espera debe ser para el bombero un momento de tensa calma. El despliegue ante una emergencia C-16 rodando para el despegue en la base de Siaulai. aérea ha de ser inmediato y coordinado, y las prácticas y procedimientos mecanizados ayudan a afrontar estos momentos. La revisión permanente de los equipos de respiración autónoma y del material de rescate ocupa buena parte del tiempo de vuelo. “15 minutos a la toma” anuncian desde torre de control y el equipo de tierra de QRA con el bombero como miembro permanente se despliega nuevamente para recibir los aviones. Con la parada de motores y la mejor de las novedades, que es la ausencia de las mismas, finaliza un proceso que se repite tantas veces como sea necesario a lo largo de la jornada. Es este un destacamento donde el equipo de bomberos del Ala 14 ha llevado y lleva a cabo su permanente labor de preparación y coordinación con el fin último de estar siempre prestos para hacer bueno su lema de poder estar actuando...AL INSTANTE. Bombero equipado para entrar en acción. REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA / Junio 2016 517


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