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de nuevo en niebla, tienen un grave problema con el motor que, según declaraciones de Doret, explota. Esta vez, Doret salta primero y desciende en paracaídas. Se supone que Mesmin tuvo un problema con el suyo, LeBrix no deseaba abandonar a su amigo y ambos murieron en el accidente y el incendio posterior. Su funeral tuvo lugar en Notre-Dame de París y Mesmin fue condecorado, a título póstumo, con la Legión de Honor. Titulares de la prensa francesa en noviembre de 1931. El trágico fin del “Trait d'Unión 2” en las estribaciones de los Urales y la muerte del piloto LeBrix y del mecánico Mesmin han causado impresión penosísima en los círculos aeronáuticos y en la opinión francesa. Estos ejemplos demuestran el grado de identificación de los primeros aviadores entre sí y el espíritu con el que compartían el esfuerzo para alcanzar los objetivos deseados. LOS MECÁNICOS DE VUELO EN LOS GRANDES AVIONES No solamente en España los mecánicos prestaban servicios en la aviación, la mayoría de los aviones que en aquellos años realizaban vuelos de gran trascendencia con el ánimo de batir récords o de prestigiar a la aviación de las distintas naciones, también contaban con mecánicos como parte integrante en su tripulación y, en muchos de los casos, el mecánico intervino claramente en el éxito de los vuelos, ya que además de cuidar el aspecto técnico del mismo, ayudaba al piloto relevándole a los mandos en las largas horas de vuelo entre escalas, formando un verdadero equipo. Es de hacer notar que, dado que la aviación comercial estaba en sus primeros balbuceos, la mayoría de estos vuelos fueron realizados por aviones militares y por tripulaciones que también pertenecían a las Fuerzas Armadas de los distintos países. En la URSS, con fines propagandísticos, se fabrica en los primeros años 30 un avión gigante para la época, el Antonov Ant-20 “Máximo Gorki”. Con una envergadura de 63 metros su peso máximo era de 42.000 kg. y disponía de ocho motores, seis de ellos colocados en el borde de ataque de las alas y dos más, en tándem, montados en voladizo sobre el fuselaje. La vigilancia y control de los motores estaba encomendada a tres mecánicos, uno de ellos se encargaba de los dos motores sobre el fuselaje, y los otros dos, de cada uno de los grupos de tres motores de cada ala, éstos últimos contaban con un puesto para cada uno de ellos dentro del ala entre los motores interiores. En Alemania, en al año 1929 se diseñó el Dornier Do-X, que se convirtió en el avión más grande, más pesado y potente del mundo en esa época. Dornier diseñó un hidroavión capaz de transportar 100 pasajeros a través del océano. Doce motores colocados en tándem, seis con hélice tractora y otros seis con hélice propulsora proporcionaban la potencia necesaria para el vuelo. La tripulación del Do-X constaba de dos pilotos, un navegante, un operador de radio y cuatro mecánicos de vuelo. Los pilotos no tenían control sobre cada uno de los motores, solamente contaban con dos palancas para controlar la potencia de los mismos, una para los motores del lado derecho y otra para los del lado izquierdo. El control de los motores estaba encomendado al jefe de los mecánicos de vuelo. Los pilotos requerían la potencia que necesitaban utilizando un sistema similar al utilizado en los barcos. De los cuatro mecánicos dos estaban emplazados en la sala de máquinas, y los otros dividían su atención entre los dos grupos de seis motores. El grosor de las alas del hidroavión Do-X permitía la existencia de pasadizos a través de los cuales los ingenieros podían alcanzar unas escotillas que les permitían acceder a los motores en vuelo. Los pilotos contaban en su cabina con dos indicadores de RPM, uno de ellos indicaba la media de las revoluciones de los seis motores de estribor y el otro la de los motores de babor. Si uno de los motores se paraba, una luz roja indicaba la situación al piloto para que conociera que no estaba disponible la totalidad de la potencia en el lado afectado. También en el final de los años veinte del siglo pasado los grandes dirigibles contaban con mecánicos de vuelo en sus tripulaciones, ya que disponían de acceso desde la nave a las góndolas de los motores para la reparación de las averías que pudieran producirse. LOS MECÁNICOS DE VUELO EN LA AVIACIÓN CIVIL Los primeros servicios aéreos comerciales se reducían principalmente al transporte de correo, pero igualmente cuando comenzó el transporte de pasajeros, además del piloto, un mecánico de vuelo, con titulación civil, hacía las veces de copiloto, así las líneas aéreas civiles de la Alemania de 1927 tenían una escuela en Saaken (Berlín) en la cual se formaban los pilotos y los mecánicos. La duración de los cursos era la misma para unos y otros, dos años; ciñéndonos a la enseñanza para los mecánicos, diremos que > Depósitos de combustible y estación del mecánico de los motores del lado derecho del “Máximo Gorki”. 14 > Sala de máquinas del Do-X.


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