Page 96

AEROPLANO 33

detenidamente sobre sus mapas de España, sus cuadernos y notas de vuelo, se encerró en la habitación del hotel Ben McGee en Little Rock. Frank Tinker, conocido en España como Francisco Gómez Trejo y con tan solo 29 años, cogió una pistola del calibre 22 y se disparó un tiro en el pecho. No dejó ningún mensaje, pero junto a su cuerpo había una carta en la que se le comunicaba que había sido aceptado por la Fuerza Aérea de China. Su íntimo amigo Ernest Hemingway lamentó profundamente su muerte. Veinte años después, Tinker sería reconocido en los Estados Unidos como un caballero que había luchado por lo que él sinceramente había entendido como libertad. PILOTOS DE TRANSPORTE Durante su primera etapa en España, Eddie Lyons, conocido en nuestro país como Lebovitz, voló aviones de transporte en diferentes frentes de batalla de la zona republicana. A menudo volaba aparatos Lockheed Vega y Orion entre Quintanar de la Orden y Madrid, y según él había otro aparato Orion similar aparcado en el aeropuerto de Barcelona. Parece ser que después pasó a volar aviones de bombardeo, siendo destinado al Grupo 15 de biplanos R– Z Rasantes, en Quintanar, por lo que según él, firmó contrato el 11 de noviembre de 1936 y el primero de enero del año siguiente sería ascendido a teniente. También afirmaría que voló en misiones de bombardeo y de ataque con los Rasantes y los Aero 100 checos. Ni en fuentes americanas ni españolas hay evidencias que hiciese esas misiones, y la aparente realidad es que sólo efectuó misiones de transporte. Su esposa Pearl se reuniría con él en España, al igual que las esposas de otros dos compatriotas, Pauline, de Joseph Rosemarin y la de Thomas Goodwin. Existen escasas posibilidades que Lyons volase misiones de combate, tal y como él afirmó, pues García Lacalle no era partidario de que los pilotos extranjeros sin experiencia previa como militares fuesen aceptados para servicios de combate. En general, los pilotos civiles contratados, lo fueron para efectuar vuelos de transporte y a veces de reconocimiento, y en muy contadas ocasiones volarían misiones de bombardeo, como la fatal excepción que se hizo con Ben Leider. Otra razón, que hace dudar que Lyons volase misiones de combate, es que su nombre estaba en la lista de los contratos de la Sección de Extranjeros del Ministerio de Marina y Aire español, donde constaba que fue contratado el 1 de octubre de 1936, con el mismo sueldo que tenían los demás pilotos de transporte. El único perteneciente al grupo de Lyons, que fue promovido al empleo de Teniente el 1 de enero de 1937, fue Eugene Finick, destinado a bombardeo. La lista de los contratos fue firmada por el ya citado Agustín Sáinz Sáinz, subsecretario del Aire y entregada el 23 de enero de 1937 al agregado militar de los Estados Unidos en Valencia. Uno de los aviadores estadounidenses que más intensamente actuó en España, en concepto de horas de vuelo, fue el neoyorkino, nacido en Brooklyn, Joseph Rosemarin, de nombre de guerra en España Jaime Field, quien en tan solo quince días sumó 100 horas de vuelo, transportando a los Oficiales del Estado Mayor republicano a destinos de la zona gubernamental. Durante 14 meses volaría los aviones Vultee V– 1A, Lockheed Orion y DC– 2 desde su base principal en Albacete, incluso en varias de sus misiones con VIPs abordo. En una de sus misiones, fue atacado y obligado a aterrizar sobre el vientre del Lockheed (ex Swissair, matrícula HB– LAH). Su compatriota Frank Tinker, se sorprendió en la tarde del 13 de abril de 1937: Un brillante avión de color rojo Lockheed Orion aterrizaba en Alcalá de Henares. Pocos minutos más tarde un vehículo llegaba con sus pilotos hasta las instalaciones de mi patrulla y para mi gran sorpresa uno de ellos resultó que era un norteamericano. El Teniente Rose– Marie (sic). Tinker quería decir Rosemarin. Un mes antes, el 11 de marzo, Tinker y Harold Dahl habían conocido a Pauline, la esposa de Rosemarin, en el Cuartel General del llamado General Douglas (realmente Jacob Smushkevich). Pauline hablaba inglés, francés, español, ruso y judío– alemán, por lo que pudo conseguir el trabajo de traductora para el Cuartel General y en la conversación que mantuvieron ella pudo traducir a los amigos rusos. Joseph Rosemarin y su esposa regresaron a los EE.UU. en noviembre de 1937. Poco se sabe de los servicios que prestó en España el norteamericano Arthur Shapiro, apodado Art Vasnit. Él manifestaría a un periodista que había volado hasta en 18 tipos diferentes de aviones de transporte, y hay algunas evidencias de que fuese cierto en el tiempo que estuvo en nuestra Guerra Civil. Añadiría, que era una guerra algo “aburrida y pesada”. Shapiro estaba a punto de obtener en EE.UU. la licencia de piloto comercial, cuando vino a España para volar aviones de transporte. Algunas fuentes aseguran que también voló aviones de bombardeo, como en una ocasión el SB– 2 sobre Toledo, hecho no demostrado. Parece dudoso que el Gobierno español contratase aviadores extranjeros después de enero de 1937, no solo porque resultaban caros, con raras excepciones, sino por el bajo rendimiento, en contra de lo que exigía el esfuerzo de guerra. Ellos fueron una necesidad crítica en el otoño de 1936, cuando el Gobierno republicano no pudo obtener un número de pilotos suficiente para oponerse a la creciente superioridad de la Fuerza Aérea nacional. Pero una vez que comenzó a llegar la ayuda soviética, los republicanos comenzaron a no contratar a los costosos pilotos mercenarios y a no alistar a otros aviadores civiles poco entrenados. Otro factor que ayudaría a eliminar la dependencia de pilotos extranjeros, e incluso de los soviéticos, fue la llegada a España en mayo de 1937 de la Primera Promoción de 200 aviadores españoles que habían sido formados en Rusia, a los que se sumarían posteriormente otras dos promociones, la última en 1938. LOS AVIADORES QUE APOYARON A FRANCO El estadounidense, Vincenzo Bocalare, con nombre de guerra de Vincent Joseph Patriarca, sería el único de dicha nacionalidad, al menos que se sepa, que combatiría en apoyo de la Fuerza Aérea del General Franco en nuestra Guerra Civil. Como indica su apellido era de origen italiano, pero nacido en NY en 1913. Su padre era barbero y tenía su negocio en el Bronx. No pudo ingresar en la Marina estadounidense debido a su corta estatura, pero pocos años más tarde obtuvo el título de piloto civil en una escuela de vuelo, que tenía dos aeródromos, en el barrio de Queens. Aprovechando su ascendencia italiana, obtuvo del Consulado de Italia el pasaporte para poder trasladarse a Roma pudiendo ingresar en la Regia Aeronautica Militare. Debido a su experiencia como aviador civil, pudo formarse en el centro de Gorizia como piloto 94 Vicent Patriarca.


AEROPLANO 33
To see the actual publication please follow the link above