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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 133

LA ExPEDICIóN DEL ÁRTABRO AL AMAzONAS: DE LA ILUSIóN AL DESENCANTO Mestas, comandante de Intendencia de la Armada, Guillermo Fernández, Alejandro Otegui Vicandi, Manuel Artiles Pérez, josé Cuatrecasas Arumí, Federico Bonet Marco y Fernando Álvarez Suárez, que actuaría como secretario. Se creó una junta de Exploraciones Científicas, dependiente del Ministerio de Instrucción Pública, cuya finalidad era promover y organizar los viajes de estudio que fueran necesarios para alcanzar un conocimiento profundo de los territorios africanos bajo influencia española. Todo el material que se había adquirido para la expedición, incluidos los aviones, pasaría al Instituto Geográfico. El Ártabro se cedió al Ministerio de Marina, donde quedó a disposición de los organismos que lo precisasen para los fines científicos que promovieron su construcción. Al estallar la Guerra Civil, el Ártabro se encontraba fondeado en Cartagena, comandado todavía por el capitán de corbeta Luis González de Ubieta. Militarizado, fue destinado a la base de Málaga, donde se lo habilitó como buque hospital y residencia de jefes republicanos. A mediados de septiembre de 1936, el Diario Oficial insertaba una orden por la que el comandante médico de la Armada Francisco Pérez Cuadrado y Rodríguez cesaba de prestar sus servicios en el buque Ártabro y quedaba en la situación de disponible forzoso en Cartagena. Al caer la ciudad, tomada por las tropas nacionales, fue hundido por su propia tripulación el 7 de febrero de 1937. Reflotado el 16 de febrero de 1937, tomó su mando el capitán de corbeta Francisco Fernández de la Puente, quien asumía a la par la jefatura del Estado Mayor de la base naval de Málaga. En el Boletín Oficial del Estado número 141 de 10 de marzo de 1937, a propuesta del jefe de la base malagueña se dispuso que a partir del 14 de febrero último el buque Ártabro pasase a tercera situación. La disposición estaba firmada por el almirante jefe del Estado Mayor de la Marina, juan Cervera Valderrama. y en el BOE correspondiente al 7 de diciembre de 1937, número 413, a propuesta del Estado Mayor de la Armada, el generalísimo de los Ejércitos Nacionales dispuso que a partir del día primero de diciembre del corriente año el Ártabro pasase a segunda situación. El general secretario, Germán Gil yuste, rubricaba esta segunda disposición. A mediados de febrero de 1942, el Diario Oficial de Marina publicaba la siguiente disposición: «Sin perjuicio del mando del cañonero Calvo Sotelo que tiene conferido, se nombra comandante de quilla del Ártabro al capitán de corbeta (A) Manuel Seijo López». El 5 de abril de 1943, una vez reparado en los astilleros de la Unión Naval de Levante, donde le instalaron nuevos motores de propulsión, zarpaba para quedar afecto a la Escuela Naval de Marín. Había permanecido una larga temporada en la capital valenciana habilitado como base y delegación flotante de la Comisión de la Armada para el Salvamento de Buques. Posteriormente pasó a formar parte del grupo de buques del Instituto Hidrográfico de la Armada. Años más tarde, en mayo de 1944, era el capitán de corbeta Luis Cadarso González quien asumía el mando del Ártabro. En febrero de 1945 le sucedía en el cargo el también capitán de corbeta josé M.ª Mena y Ruiz del Portal, al que asistía como segundo el teniente de navío Guillermo Rodríguez Catalán Año 2016 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 91


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