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REVISTA_DE_SANIDAD_FAS_ABR_JUN_2016

L. Sanmartín Sánchez et al. Con los diferentes usos (trabajo, recreo, deporte, escuela, reproducción, etc.), los potros y caballos jóvenes tienen que adaptarse a numerosos desafíos y cambios en su entorno, que puede ser un reto en sí para salvaguardar en forma continua su bienestar, incluso para cubrir sus necesidades próximas (alimentación y reproducción)6. Por otro lado, los potros presentan la particularidad del destete que ha sido asociado con el aumento de liberación de las hormonas del estrés y la función inmune alterada7–9. En la especie equina, el destete ha sido descrito como una de los mayores eventos estresantes en la vida del animal8. La edad de destete en potros varía entre los cuatro y siete meses de edad10–12 y factores como la dieta y el entorno del potro puede influir en la respuesta al destete, de esta manera, el grado de estrés puede ser reducido con un manejo adecuado y unas condiciones ambientales favorables Numerosas instituciones de otros países han desarrollado estudios en el marco del bienestar para la evaluación de poblaciones estatales o reservas de animales salvajes13 o destinados al servicio de los ciudadanos14, exponiendo la importancia de conocer los estándares mínimos en que se encuentran sus animales15. El Centro Militar de Cría Caballar de Écija se encuentra localizado en la provincia de Sevilla y cuenta con un total de tres fincas (La Doma, Las Turquillas, y La Isla), donde se alojan sementales, yeguas reproductoras con sus potros hasta el destete y potros de recría, respectivamente. Desde el punto de vista del bienestar animal es interesante estudiar el mismo en los caballos propiedad de Ministerio de Defensa, no sólo por razones éticas y de imagen institucional, sino también por razones económicas. La detección precoz de situaciones que puedan derivar en casos de estrés crónico en el desarrollo de los futuros reproductores debe de ser una herramienta habitual para gestionar mejor el manejo y las situaciones subóptimas que no siempre son fáciles de apreciar en esta especie. Todos estos aspectos están centrados en un manejo o enfoque proactivo que considera la biología del animal16 y de la granja como un sistema en continua evolución e impulsa una gestión donde se toman decisiones en el día a día teniendo en cuenta cómo ayudará eso en el futuro de la ganadería. Por lo tanto, trabajar con manejos proactivos es anticiparse a los problemas, especialmente en edades tempranas (destete, primera doma) para establecer decisiones o actuaciones que además intentan asegurar de antemano la salud y el bienestar y rendimiento futuro de los animales. Los objetivos del trabajo son, en primer lugar, poner en práctica un protocolo para la evaluación del bienestar de potros y caballos jóvenes con un enfoque global atendiendo a cuatro pilares del bienestar (alojamiento, alimentación, salud y comportamiento) y en segundo lugar, determinar las desviaciones de indicadores de bienestar e incidencia de aparición para la obtención de una primera orientación al estatus del bienestar de los futuros reproductores. MATERIAL Y MÉTODO Población de estudio El trabajo fue llevado a cabo en el Centro Militar de Cría Caballar de Écija (Sevilla). Se estudiaron un total de 104 potros 96  Sanid. mil. 2016; 72 (2) de recría en libertad, 28 alojados en la finca “Las Turquillas” y 76 en la finca “La Isla”, con un total de 69 machos y 35 hembras durante la estación otoñal. La población de estudio tenía una edad comprendida desde los 6 meses hasta los tres años, con una media de edad de la población que se situó en torno al año y medio. La raza predominante fue el Pura Raza Español, después la Hispanoárabe, mientras que la raza Árabe y Angloárabe se presentaron en tercer y cuarto lugar, respectivamente. Los potros fueron divididos en grupos en función de su edad, raza y sexo justo tras el destete (6 meses de edad). Los potros convivían en pequeños grupos (máximo 10 animales) en amplios cercados. Disponían de agua y forraje ad libitum así como del refugio proporcionado por árboles y pequeñas construcciones de cobertizos. El manejo se inició con el ramaleo tras el destete (se pusieron cabezadas y se habituaron a ser atados), la primera doma (se empezaron a montar) y la valoración de la aptitud deportiva, que es un proceso progresivo que culmina antes de los tres años de edad. Desarrollo del protocolo de evaluación del bienestar El protocolo desarrollado es el propuesto para sementales y yeguas por Sanmartín et al., (2015)17, y se ha basado su diseño en el proyecto Welfare Quality® adaptado a la especie equina, según Welfare Asssesment for horses18, al que se incorporaron otros indicadores adicionales de comportamiento propuestos por Burn et al (2010)19. La evaluación del bienestar se estructuró en fichas individuales atendiendo a los 4 principios del bienestar animal (comportamiento, salud, alojamiento y alimentación), mediante la ponderación de un total de 45 indicadores que integran los citados principios (Tabla 1). El registro de los datos en las fichas se realizó en su totalidad por un solo evaluador, mediante observación directa y encuestas a los cuidadores del ganado. El orden de la evaluación atendió a una organización del tiempo de observación de cada animal, realizada siempre por el mismo técnico que se capacitó en un entrenamiento previo con animales que no formaron parte del estudio para emplear 10 minutos de observación por individuo. Se utilizó una escala dicotómica (ausencia o presencia) o gradual (ej. leve, moderado, severo), a la que se asignó una codificación numérica, para la ponderación de los indicadores. La evaluación de la salud se llevó a cabo en su totalidad mediante técnicas no invasivas, observación y examen clínico. Para la determinación de la condición corporal se siguió el criterio de escala de cinco puntos utilizado por Carroll y Huntington (1988)20, que se unificó en tres puntos, al no encontrase animales extremadamente delgados ni obesos. Asimismo, se consideraron ocho regiones corporales para delimitar las lesiones generales de piel y evaluar su asociación con algunos problemas de bienestar. RESULTADOS Los indicadores de alojamiento y alimentación se encuentran recogidos en la Tabla 2. Algunos indicadores indirectos de salud, como la seguridad del área de vida individual, mediante la inspección del conjunto total de riesgos de lesión achacables


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