TIERRA Nº 16 | OCTUBRE 2016 HISTORIA A Texto: Miguel Renuncio 62 vgustín Avgustínovich Betankur no suena muy español que digamos, pero algo de español sí tiene. De hecho, es la adaptación al ruso de Agustín de Betancourt y Molina, nombre de un militar español nacido en 1758 en Puerto de la Cruz (Tenerife). Betancourt fue un gran inventor y, entre otras muchas cosas, impulsó el desarrollo del globo aerostático, la máquina de vapor y el telégrafo óptico. Además, creó el primer centro de formación de ingenieros de caminos de España (la actual Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid). Todo eso está muy bien, se podría pensar, pero… ¿lo del ruso? Lo del ruso viene a cuento de que Betancourt murió en San Petersburgo en 1824. Y no solo es que muriera allí, sino que pasó los últimos 16 años de su vida en Rusia. Sería difícil enumerar la gran cantidad de obras públicas que realizó en aquel país, a juicio de sus propias palabras: Bajo mi dirección están todos los caminos y canales del Imperio, la navegación de todos los ríos, todos los edificios de la ciudad de San Petersburgo; tres colegios para la instrucción de los ingenieros, etc. Una vida muy intensa Pero antes de llegar a Rusia, de lo cual nos ocuparemos en el próximo número, Agustín de Betancourt tuvo una vida muy intensa. A los 19 años ingresó como cadete en las Milicias Provinciales de Canarias y a los 20 obtuvo el empleo de teniente de Infantería. En 1778 marchó a Madrid, donde recibió una amplia formación científica y técnica, que le permitió llevar a cabo, cinco años después, la primera ascensión de un globo aerostático en España. Betancourt obtuvo permiso para viajar a Francia en 1784, y desde allí visitó Gran Bretaña, que se encontraba en plena Revolución Industrial. De vuelta a Francia, inventó diversos aparatos, como una má- Agustín de Betancourt fue el primer director de la Escuela de Caminos y Canales
TIERRA EDICION DIGITAL 16
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