y basarse en la prevención en lugar de el miedo. Para ello, se deben adoptar las medidas oportunas que consigan que un ataque no sea rentable para un atacante, y aseguren una sólida colaboración internacional, en vez de preparar una represalia inmediata. Retos para asegurar la ciberdefensa nacional En primer lugar, antes de entrar en aspectos preventivos de Ciberataques en sí, resulta fundamental para las naciones que deseen actuar en este nuevo dominio dotarse de una estrategia consolidada para la defensa y respuesta ante Ciberataques de carácter bélico. Ello pasa obligatoriamente por la correcta protección de las infraestructura de comunicación, no solamente las redes de uso militar, sino las todo el país, especialmente Internet; para lo que se torna fundamental la colaboración con el sector privado, académico, y otros actores del sector público. Uno de los aspectos en los que coinciden todos los análisis de los recientes episodios señalados en el texto es que la carencia de mecanismos de defensa para hacer frente a un Ciberataque pone en riesgo la supervivencia del Estado, y revela graves vulnerabilidades estructurales del Estado. El dotarse de las oportunas medidas para garantizar el funcionamiento, integridad, y resiliencia de los sistemas de información es fundamental; de la misma manera que éstos se encuentran desarrollados para su red eléctrica y de abastecimiento de agua. Hoy en día la resolución de las consecuencias de un incidente o ataque no es sufi ciente, ya que en el mundo actual, la seguridad de Internet exige una capacidad de respuesta robusta que utilice medidas preventivas y defensivas para asegurar el orden tanto en el ámbito terrestre como en las redes de comunicación. El potencial que tiene una infraestructura de equipos informáticos 64 Armas y Cuerpos Nº 133 comprometidos para alterar la seguridad de otra infraestructura, organización, o incluso Estado es alarmante y, por ello, todas las autoridades nacionales de nuestro entorno deben prestarle atención, de ahí la proliferación de estrategias sectoriales, y numerosos intentos de generar doctrina al respecto. En ese mismo orden de cosas, y a pesar que el conocimiento y la concienciación sobre este tipo de ataques informáticos, sus posibles consecuencias, y los efectos de las mismas sobre la estabilidad de las naciones esta creciendo, todavía existe una falta de experiencia y de doctrina sobre cuestiones estratégicas y tácticas en este ámbito. Las actitudes políticas y públicas deben cambiar y se deben dotar de mayores recursos a los actores relevantes para hacer frente a la cada vez mayor presencia virtual, reformando los marcos legales en aras de permitir estrechar la colaboración internacional, y la respuesta conjunta a este tipo de amenazas. Dado que algunos países disponen de una regulación un tanto laxa para perseguir Ciberataques, es importante que estas iniciativas emanen de las naciones occidentales, alcanzando y desarrollando tratados y acuerdos, y facilitando la cooperación efi caz. En un mundo de creciente incertidumbre política y dependencia de Internet, la acción multilateral dirigida por un Estado, en cooperación con las partes interesadas de la industria, es necesaria para ayudar a proteger la infraestructura de Internet a nivel nacional e internacional. Notas 1 The Economist. Volume 396 number 8689, July 3rd-9th 2010. 2 Moore D., Paxson V. , y Savage, «Inside the Slammer Worm». IEEE Security and Privacy. 2003 Un ciberataque pone en riesgo la supervivencia del Estado y revela grandes vulnerabilidades estructurales.
REVISTA ARMAS Y CUERPOS 133
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