http://revista.ieee.es/index.php/ieee 26 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 8 / 2016 víctimas y además de manera deliberada, no como efecto colateral30. Hoy día el alcance destructor de las guerras afecta a la población civil mucho más que a los militares, al contrario de lo que pretende el corpus jurídico humanitario que es la protección de quienes no participan en las hostilidades. En la batalla de Solferino (1859), origen de la codificación de las normas humanitarias, murieron 40.000 soldados y un solo civil31, pero a medida que ha transcurrido este siglo y medio la proporción ha cambiado de manera significativa, muy al contrario de la aspiración que movió a Henry Dunant en la creación de las primeras convenciones para humanizar la guerra. En la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el 15 % de las víctimas fueron civiles, mientras que en la Segunda (1939-1945) aumentaron hasta el 65 %. En los conflictos armados actuales, superan el 90 %32. La victimización de la población no combatiente es una preocu-pación que recoge desde principios de este siglo la Estrategia para la Seguridad de la Unión Europea33, cuando el entonces alto representante para la Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana, se refiere al aumento de las víctimas civiles en los conflictos de la posguerra fría, era tajante: «Desde 1990 han muerto en guerras casi cuatro millones de personas, el 90 % civiles»34. En esta situación, también los reporteros sufren como nunca la violencia de la gue-rra. El Consejo de Seguridad de la ONU35 recuerda que el problema de la protección de los periodistas en los conflictos armados sigue estancado, sin avances significativos, mostrando una triste pervivencia que se prolonga durante décadas. Los atentados con-tra la independencia e integridad de los informadores alcanzan cotas insostenibles, agravados por la impunidad de los agresores. Menos del 10 por ciento de estos casos son investigados o sus responsables son perseguidos, y entre ellos, apenas el 5 por ciento termina en condena, según el recuento del Consejo de Seguridad36 que en este punto llama la atención sobre la gravedad de los conflictos con presencia de agentes no estatales y terroristas, donde se cometen los delitos y abusos más incalificables, y que actualmente suponen la amenaza más grave para los periodistas. Podemos asegurar sin miedo a equivocarnos que los reporteros son el grupo profesional que paga el precio más alto, en una espiral violenta sin visos de solución. En otras palabras, la siniestra- 30 Véase Rodríguez-Villasante y Prieto, J. L. (coord.). El Derecho Internacional Humanitario ante los retos de los conflictos armados actuales. Fundación Rafael del Pino/Cruz Roja Española. Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales. Madrid 2006. 31 <http://www.icrc.org/spa/resources/documents/interview/research-interview-240609.htm#header>. 32 Según el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) <http://www.sipri.org/>. 33 <http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/librairie/PDF/QC7809568ENC.pdf>. 34 Una Europa segura en un mundo mejor. Estrategia europea de seguridad. Bruselas, 12 de diciembre de 2013, p. 2. <http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cmsUpload/031208ESSIIES.pdf>. 35 S/RES/222 (2015). <http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=S/RES/2222(2015)>. 36 S/2015/307. <http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=S/2015/307&referer=/en-glish/& Lang=S>.
REVISTA IEEE 8
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