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REVISTA IEEE 8

Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 8 / 2016 http://revista.ieee.es/index.php/ieee 44 LA CULTURA DE SEGURIDAD Y DEFENSA COMO PARTE DE LA CULTURA POLÍTICA En la literatura relativa a la cultura de seguridad y defensa es habitual realizar un acercamiento al concepto a partir de la noción de cultura que presta el diccionario de la Real Academia (DRAE, en adelante): «Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar un juicio crítico». Una buena nota preliminar que suele emplearse para presentarla más que consideramos a todas luces insuficiente. También es posible aproximarse a esta idea desde una óptica antropológica, conci-biendo la cultura, no solo como el conocimiento, sino igualmente como «las creencias, leyes, costumbres, artes, así como cualquier otra capacidad o hábito que el hombre adquiere como miembro de la sociedad»1. Por ende, diríamos que la cultura va mucho más allá de la mera información consciente, puesto que se correspondería con una miscelánea de competencias y/o entendimientos cuyo rasgo característico es que sur-gen del desenvolvimiento del individuo en el seno de una sociedad. Esa concepción social casi intuitiva, además de su esencial elemento político, invitan a situarla como parte de la cultura política, una aproximación que ha encon-trado gran acogida en los foros de debate y en la literatura concerniente a la materia2. Sin embargo, por correcto que sea este posicionamiento, lo cierto es que apenas se ha trascendido posteriormente sobre las implicaciones y consecuencias que tiene insertarla dentro de este contexto politológico. Esto ha propiciado a veces a una incorrecta interpretación del significado del término, omisión que consideramos adecuado salvar en este trabajo. Como afirma la investigadora Mary Kaldor3: «la base de las ciencias sociales ergo, también de la ciencia política son los relatos», por lo que, de la correcta comprensión de todos los elementos que componen este «relato» sobre la cultura política de la sociedad dependerá un mejor conocimiento de esta concreta política pública. 1  La cursiva es nuestra. Véase Tylor en BERGER, Arthur. Political Culture and Public Opinion. Transaction Publishers. New Brunswick 1989, p. 2. 2  Entre otros: CALDUCH, Rafael. «La cultura de defensa en España y los nuevos retos estratégicos», en López Mora, F. y Ballesteros, M. A. (eds.). Ensayos sobre la cultura de defensa y la paz en la España actual. Uni-versidad de Córdoba-Direccion General de Relaciones Institucionales de la Defensa. Córdoba-Madrid, 2011; BALLESTEROS, Miguel Ángel. «La evolución de la cultura de la seguridad y la defensa», en F. López Mora, y M. A. Ballesteros, (eds.). Ensayos sobre la cultura de defensa y la paz en la España actual. Universidad de Córdo-ba- Direccion General de Relaciones Institucionales de la Defensa, Córdoba-Madrid, 2011; LLERA, Francisco. «La opinión pública española ante la defensa nacional» en XXI Curso Internacional de Defensa: Potenciar la cul-tura de seguridad, una necesidad para comprender la defensa nacional. Academia General Militar-Universidad de Zaragoza, Jaca (Huesca) 2014; PALACIOS, José Miguel. «Evolución del concepto de seguridad» en XXI Curso Internacional de Defensa: Potenciar la cultura de seguridad, una necesidad para comprender la defensa nacional. Academia General Militar-Universidad de Zaragoza. Jaca (Huesca), 2014. 3  KALDOR, Mary. El poder y la fuerza. Tusquets. Barcelona 2010, p. 27.


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