TEMAS PROFESIONALES medidas específicas para el sector de la construcción de edificios, puesto que durante los años 90 el conjunto de las edificaciones absorbía más del 40 por 100 del consumo final de energía en la Unión y era en aquel momento un sector en fase de relativa expansión, que hoy en día está en un período de recuperación. Aunque no se alcance el ritmo de construcción anterior a la crisis económica, el parque de viviendas seguirá aumentando el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en los próximos años. El Ministerio de Defensa, mediante la Directiva núm. 107/97, de 2 de junio, puso de manifiesto la importancia de las cuestiones medioambientales en el seno de las Fuerzas Armadas (FF. AA.). Por ello, ha desarrollado un sistema propio de gestión patrimonial y energética, denominado SINFRADEF (Sistema de Gestión de Infraestructura del Ministerio de Defensa), que contiene información relevante sobre los consumos y la eficiencia energética de todos sus edificios. Como ejemplo de las actuaciones que se podrían llevar a cabo en las infraestructuras del Ministerio de Defensa, el presente artículo se centra en el estudio de un edificio de las FF. AA., el Cuartel de Alumnos Almirante Francisco Moreno, de la Escuela Naval Militar, que debe obtener su calificación energética para conocer su consumo de energía primaria y también la cantidad de emisiones de CO2 que produce, con el fin de poder llevar a cabo en futuras reformas las medidas convenientes para mejorar su eficiencia. La necesidad de la eficiencia energética La necesidad de racionalizar la obtención de unos recursos naturales escasos y de aplicar estrategias de desarrollo sostenible obligan a que en todos los ámbitos de la actividad humana se busque la eficiencia, entendida como la consecución de mejores resultados pero utilizando menos recursos, lo que evita la sobreexplotación e implica unos menores costes de producción. La eficiencia energética consiste, pues, en la reducción del consumo de energía manteniendo los mismos servicios, sin disminuir la calidad de vida, asegurando el abastecimiento, protegiendo el medio ambiente y fomentando la sostenibilidad. Ser eficiente energéticamente no consiste únicamente en poseer las últimas tecnologías, sino en saber emplear y administrar los recursos disponibles de un modo eficaz, lo que requiere desarrollar ciertos procesos de gestión de la energía. El consumo energético es un aspecto que está directamente relacionado con la situación económica global y, por tanto, con sus consabidos ciclos, por lo que es necesaria una aproximación general, con el diseño de unas políticas comunes que apuesten fuerte por la eficiencia. Hay que tener en cuenta 312 Marzo
REVISTA GENERAL DE MARINA MARZO 2017
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