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REVISTA GENERAL DE MARINA MARZO 2017

HISTORIAS DE LA MAR de los portillos, algunos de los cuales carecían de junta. El oficial describió los alojamientos como «horribles», y en un ejercicio de corrección política clasificó el buque in the lower half of the scale; otras valoraciones fueron menos circunspectas, y el colorido y contundencia de los adjetivos usados para calificar los equipos de navegación y el «arte» de sus usuarios sugieren que la «escala» se quedó corta. Rumbo giroscópico Un marino actual que visitara el puente del Argo Merchant echaría en falta los repetidores de la giroscópica de los alerones, una deficiencia que cuando se construyó en 1953 no era tan evidente. Si hemos de empatizar con las miserias de este buque, debemos comprender que en los mercantes la aguja giroscópica no se generalizó hasta la década de los sesenta, y que antes de su aparición lo ortodoxo era calcular los rumbos para la aguja magnética magistral (situada una cubierta por encima del puente) y seguirlos con la de gobierno, que estaba delante del timonel. El Argo Merchant era un buque de transición y, además de la aguja magistral y la de gobierno de toda la vida, salió del astillero con una giroscópica con piloto automático, el repetidor del timonel, otro repetidor en la cubierta magistral y un tercero en el interior del puente que permitía tomar demoras en el sector de proa. Debo añadir que, para mis maestros, tomar demoras a través de un grueso vidrio era un «barbarismo ». Los oficiales del Argo Merchant podían calcular correcciones (y de paso hacer ejercicio) marcando los astros desde el repetidor giroscópico de la cubierta magistral, que apenas tendría ángulos muertos; naturalmente, en caso necesario también podían tomar demoras magnéticas con la aguja magistral, que estaba allí mismo. Además tenían un radar (todo un lujo en 1953), un radiogoniómetro y una sonda acústica con registrador gráfico que les permitían surcar los mares con mucha más seguridad de la habitual en aquella época. Al final de su vida no le habría venido mal un receptor LORAN para navegar en aguas norteamericanas, pero la cicatera gestión de sus operadores y la chapucera ejecutoria de los tripulantes se extendieron a los equipos de navegación, y a finales de 1976 el puente era parte del espectáculo. Así, en 1971 la giroscópica original había sido sustituida por una Brown Type A de segunda mano, un modelo que había dejado de fabricarse en 1962 y para el que en 1976 era difícil conseguir repuestos. Brown fabricaba giroscópicas más sofisticadas que las indestructibles Sperry, pero la sabiduría popular las consideraba a bit delicate (Brown’s gyro was an instrument and Sperry’s was a machine). La Brown que se instaló en el Argo Merchant venía revisada de fábrica, pero aquella ruina flotante no era el mejor sitio para un «instrumento delicado », y entre la primavera de 1975 y el verano de 1976 necesitó asistencia 270 Marzo


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