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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 338

misiones internacionales timos tiempos con el objetivo de que nuestros instructores les preparen para los retos que les están tocando asumir ahora mismo y los que se les plantearán en el futuro. Hasta el día de hoy, tanto batallones de la Policía de Fronteras como de la Policía Local de Nínive (provincia cuya capital es Mosul) han pasado por la Task Force Besmayah para completar un periodo de formación de cinco semanas que les deja listos para las responsabilidades más inmediatas a las que se van a enfrentar. —¿Qué funciones realizan los 25 guardias civiles recién llegados? —A la Guardia Civil le corresponde coger el testigo donde nosotros lo dejamos. La formación que los instructores militares imparten a los policías se concentra en proveerles de competencias básicas, tanto de carácter castrense como policial, en las que se incluyen aspectos tan importantes como el tiro de fusilería, los despliegues por unidades o la disposición y ejecución de puntos de control. Los guardias civiles, por el contrario, trabajarán en las capacidades esencialmente policiales de las unidades, en la formación especializada, tanto a nivel básico, inicialmente, como más avanzado, en el futuro próximo. —¿Qué importancia adquiere la formación en desactivación de explosivos en esta nueva etapa? —El lugar capital que ese tipo de conocimientos debe ocupar en las capacidades de las unidades militares y policiales se detectó desde los primeros tiempos del despliegue de la coalición. En el complejo de adiestramiento de Besmayah, donde entre otros centros docentes se encuentra la Escuela Contra Artefactos Explosivos del Ejército de Irak, los instructores de la coalición, tanto británicos como portugueses y españoles, además de impartir los conocimientos generales contra IED que se incluyen en todos los ciclos de formación, están desarrollando ya el XII Curso de Ingenieros de Combate, en el que personal escogido del Ejército viene a mejorar sus conocimientos técnicos avanzados. Además, está el Curso de Reconocimiento y Limpieza de Rutas que va ya por su VII edición y que es impartido netamente por personal de ingenieros de nuestra Unidad de Protección. A estos esfuerzos se ha unido recientemente la OTAN, abriendo una misión con la que hemos colaborado de manera muy estrecha y cuyo objetivo es formar a quienes van a ser los formadores del futuro. —En su opinión, ¿porqué está resultando tan complejo liberar Mosul? —Desde un principio se preveía que la pugna por el control de Mosul no iba a ser una maniobra sencilla. El Daesh ha campado a sus anchas durante algunos años, tanto por la medina histórica como por las áreas metropolitanas que la circundan. Para ellos, es un terreno perfectamente conocido en el que han tenido tiempo de fortificarse, de llenarlo de trampas. Allí se ha peleado calle por calle, casa por casa, con toda la dificultad y peligro que entraña el combate urbano, y con la enorme dificultad que representa para las fuerzas de seguridad iraquíes y para sus aliados de la coalición internacional la presencia de una enorme cantidad de población civil empleada por el Daesh como escudos humanos. Pero la victoria está muy cerca, y quizá podamos hablar de un escenario de semanas más que de meses, en el que veamos cómo las tropas iraquíes se imponen al régimen del terror. —¿Qué desafios tendrán por delante las fuerzas de seguridad una vez que el Daesh haya sido derrotado militarmente? —Los retos que se le presentan a las autoridades iraquíes no son ni menores ni unívocos. En primer término tocará ejercer un control efectivo del territorio, de manera que no se produzcan rebrotes hostiles con capacidad para apoderarse de las zonas liberadas, como ha pasado, por ejemplo, en la icónica ciudad de Palmira, en Siria, de donde el Daesh fue expulsado y a cuyas calles volvió con energía renovada antes de volver a ser derrotado de nuevo. En segundo término, es previsible que una vez desarticulado el Daesh como una organización con capacidad para tomar control sobre el territorio se dedique a ejecutar acciones de insurgencia, a ejercer el terror por el terror con ataques puntuales, como ya ha hecho en algunas ciudades del mundo entre las que se encuentra la propia capital iraquí. Así es que las fuerzas de seguridad deberán estar preparadas para afrontar ese crudo escenario de una guerra sin frentes, librada de manera desigual. También les corresponderá a los cuerpos policiales hacer imperar la ley y el orden en las calles de todas las ciudades de Irak. De todas esas responsabilidades son conscientes, saben que les va mucho en el envite y en ello estamos trabajando todos. —Irak está a más 4.000 kilómetros de España, ¿en qué medida afecta este conflicto a nuestra seguridad? —Nuestro país fue uno de los primeros en acudir a la llamada de la coalición. Conocemos EMAD con exactitud, desgraciadamente, lo que es el azote del terrorismo, y que los brazos de esa hidra van mucho más allá de nuestras fronteras. Un Irak controlado por el Daesh, ejerciendo una presión determinante sobre Siria era un escenario demasiado peligroso como para quedarse cruzados de brazos. En la coalición estamos integrados no sólo países occidentales si no muchas naciones donde la religión musulmana es absolutamente mayoritaria y que también han visto amenazado su estilo de vida por la expansión del Daesh. El horizonte de un estado terrorista campando a sus anchas en la crítica zona de Oriente Medio ha provocado una de las respuestas internacionales más determinadas y a la vez heterogéneas, y eso debe darnos idea de la magnitud del problema que empezamos a erradicar hace ahora dos años. V.H. Abril 2017 Revista Española de Defensa 25


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