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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 338

Junto a la Academia de guardiamarinas se creó el hoy Real Instituto y Observatorio de la Armada de San Fernando. Además, el cirujano mayor del Ejército Pedro Virgili puso en marcha el Real Colegio de Cirugía para ofrecer una atención más específica a los heridos de la cada vez más devastadora artillería naval. «Éste fue la primera institución en Europa en conceder el título de médicocirujano », subraya el vicealmirante. Del XVIII datan también el Depósito Hidrográfico, la Escuela de Ingenieros de la Armada y la creación de los arsenales de Ferrol, Cartagena y La Carraca, en San Fernando. Éstas son sólo algunas de las muchas luces de este siglo ilustrado que mantuvo a la Real Armada a la altura de las potencias navales del momento. De todas ellas, y algunas más, da cuenta la exposición, que cierra la centuria con las expediciones científicas, representadas por una de las más célebres, la de Malaspina (1789 y 1794). Hoy, un buque oceanográfico lleva su nombre, presente en la muestra a través de un modelo. Al esplendor dieciochesco, le sucederá un gris XIX que arranca con la derrota de Trafalgar (1805) y la Guerra de la Independencia (1808-1814). Continuará con las independencias americanas, que —comenta Sevilla— «en muchos círculos del poder, hará pensar que una Armada fuerte ya no es necesaria». LA FORMACIÓN, SIEMPRE PRESENTE No obstante, la docencia fue una constante con diferentes modelos y sedes, como la escuela flotante a bordo de la fragata Asturias, de la que se exhiben fotografías históricas del Museo Naval. Llegó después el siglo XX, centuria que, por ejemplo, vio nacer al ya citado Elcano, que sobresale también en la Armada de hoy. Aquí la imagen divulga el presente y el futuro de la Fuerza Naval española, con medios, como la fragata F-103 Blas de Lezo; e inmersa en las misiones Atalanta en el océano Índico o Sophia, en el Mediterráneo, en las costas de Libia. En este último tramo, se pueden ver a Su Majestad el Rey Don Felipe y a su padre, Juan Carlos I, en sus respectivas etapas como guardiamarinas. Esther P. Martínez Fotos: Museo Naval Noventa años de servicio EL pasado 5 de marzo el buque escuela de la Armada, la goleta bergantín Juan Sebastián de Elcano, cumplía 90 años y una semana después, el día 12, se hacía a la mar en Cádiz para completar su LXXXIX crucero de instrucción. A su despedida, entre otras autoridades, acudió la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que fue recibida con los honores de ordenanza correspondientes y saludó a los guardiamarinas que, en estas fechas, ya se encuentran inmersos en los cinco meses de formación en alta mar que supone el crucero de instrucción de este 2017. EMBAJADOR SINGULAR Cospedal también firmó en el libro de honor del buque para después regresar al puerto de Cádiz en el patrullero Cazadora. Desde éste último, la ministra pudo contemplar por un tiempo la singular silueta del velero, uno de los embajadores más reconocibles de Alumnos trabajando en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano. España allende los mares. En esta ocasión, realizan el crucero de instrucción un total de 76 alumnos de la 419 promoción del Cuerpo General, 149 de la Infantería de Marina y 92 de la de Intendencia. El primer puerto que tocó Elcano fue Canarias, en Santa Cruz de Tenerife, para después dar el salto a las Américas, a Santo Domingo, y Nueva York (Estados Unidos). De aquí, retornará a Europa: a Dublín (Irlanda), en las Islas Británicas, y al continente, a Den Helder (Holanda) y Amberes (Bélgica) para regresar a la Escuela Naval Militar de Marín el 12 de julio. Como en el modelo mixto instaurado por Patiño, el viaje completa la formación académica y contribuye a la formación marinera, militar, social y humana de los alumnos embarcados. Además, apoya —en el papel antes citado de representación— la acción exterior del Estado español mediante su presencia en diversos puertos. El buque escuela, bautizado con el legendario nombre del primer marino en dar la vuelta al mundo navegando, empieza a ser una leyenda en sí mismo. Con esos 90 años de servicio, es uno de los buques más veteranos en activo y, también, el que más millas náuticas ha navegado: más de 1.734.000 y lo ha hecho por todos los mares del mundo. Un bagaje que le ha hecho tocar puerto en más de 70 países. Si se encuentran con el emblemático velero que aúna la tradición y el porvenir de la Armada, traten de identificar sus cuatro mástiles: Blanca, Almansa, Asturias y Nautilus, que recuerdan buques escuelas anteriores a Elcano. Con aparejo de cuchillo y cruzado el trinquete, apareja 20 velas que suman una superficie de más de 3.000 metros cuadrados de tela, trapo que le ha permito cruzar el Atlántico en siete ocasiones, y va por la octava. Pepe Díaz 60 Revista Española de Defensa Abril 2017


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