los españoles. El Ejército de Tierra, como parte integrante de las Fuerzas Armadas, es depositario de los valores que se destacan en este documento; los recibe como herencia, los cultiva en su quehacer diario y los transmite como legado y como el bien más preciado para cumplir de forma ejemplar y eficaz con sus misiones y responsabilidades. Los valores guían la conducta de las personas, ayudándolas a tomar las decisiones más adecuadas, particularmente en los momentos de incertidumbre y en situaciones difíciles. Valores, actitudes y conductas están íntimamente relacionados. Los valores generan actitudes o disposiciones que se traducen en comportamientos o formas de actuar. La coherencia entre estos tres elementos es el objetivo de la formación, así como la aspiración moral de cada militar y la base para la cohesión de las unidades. La propia identidad del Ejército como organización está cimentada en los valores que mejor representan el espíritu militar de sus miembros, el estilo de sus unidades y la misión que le 6 REVISTA EJÉRCITO • N. 912 ABRIL • 2017 encomiendan las leyes. De ahí su importancia para facilitar la integración y el compromiso de todos sus componentes. Estos valores deben inspirar la actitud y el comportamiento de los miembros del Ejército en el desempeño de sus funciones y actividades, en todas las misiones y situaciones, desde las de ayuda humanitaria o de apoyo a la población civil, hasta las operaciones de combate. Las Fuerzas Armadas forman parte de una sociedad sujeta a grandes y rápidos cambios de todo tipo con altas dosis de incertidumbre. La evolución del contexto de seguridad lleva al militar a nuevos escenarios para cumplir nuevas misiones y a aplicar nuevas tácticas y procedimientos. Esta situación, que demanda organizaciones flexibles, multipropósito y adaptables, hace aún más necesario que los miembros del Ejército sepan mantener sus valores fundamentales. Las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas y la Ley Orgánica de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas se hacen eco de este contexto y de esta necesidad. Como código de conducta de los militares, definen los principios éticos y las reglas de comportamiento, de acuerdo con la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico, subrayando que deben servir de guía a todos los militares para fomentar y exigir el exacto cumplimiento del deber, inspirado en el amor a España, y en el honor, disciplina y valor. Los valores incluidos en estas dos normas legales dan respuesta a las exigencias y necesidades comunes de los tres ejércitos pero, entre ellos, hay algunos que parecen concentrar la mayor parte de los que se practican a diario en las unidades del Ejército de Tierra y que, por eso, se consideran fundamentales para todos sus miembros. Estos valores, que se identifican en el documento aprobado son, por orden alfabético, el amor a la Patria, el compañerismo, la disciplina, la ejemplaridad, el espíritu de sacrificio, el espíritu de servicio, la excelencia profesional, el honor, la lealtad, el sentido del deber y el valor. De estos valores, destaca la disciplina como virtud en su verdadero sentido y valor que da fuerza y cohesión a las Fuerzas Armadas. Además, de entre los once valores destacados Alegoría al Valor militar en el monumento a Cervantes en Madrid
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 912
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