TEMAS GENERALES El 12 de enero se inicia la ofensiva rusa sobre Prusia Oriental. El III Frente Bielorruso del general de ejército Iván Chernyakhovsky, apoyado en una maniobra de tenaza por el II Frente del mariscal Konstantin Rokossovsky, cercan la Prusia Oriental el 23 de enero al alcanzar las orillas de la Frisches Haff (bahía del Vístula). Aislada del resto del territorio alemán, en ella quedan encerrados miles de soldados y más de 3.000.000 de civiles alemanes, 200.000 de los cuales pueden ser evacuados por tren antes de que, al cerrarse el cerco, los rusos corten la línea férrea. El avance de las fuerzas soviéticas por la Prusia Oriental y el miedo a las atrocidades que cometieron en los primeros pueblos ocupados provocan el pánico en la región. La situación para Alemania se torna dramática por la desesperada huida de cientos de miles de refugiados, mujeres, niños y ancianos, que bajo una meteorología infernal, con un invierno de temperaturas glaciales, inicia el éxodo, abandonando los hogares de su patria ancestral. En trenes atestados, marchando a pie sobre carreteras cubiertas de nieve o lagunas congeladas y bajo la amenaza constante de la aviación y los tanques rusos, multitudes desesperadas tratan de llegar hacia los puertos del Báltico con la esperanza de que un buque, que representa para ellos la seguridad y la puerta de escape a la libertad, los evacue hacia el oeste. En esta huida terrestre hacia el Báltico, las bajas por frío, hambre, enfermedades y acción de guerra se cuentan por cientos de miles. Operación HANNIBAL. Mercantes y Kriegsmarine, «todos a una» Consciente del peligro (2), el gran almirante Karl Dönitz, comandante en jefe de la Kriegsmarine, ordena el 23 de enero al almirante general Oskar Kummetz, alto mando de la Armada en el Báltico (Marineoberkommando Ostsee- MOK Ost), la planificación y ejecución de una gran operación de evacuación bajo el nombre clave de HANNIBAL. La coordinación de las operaciones recae en el contralmirante Konrad Engelhardt, jefe del Departamento de Navegación de la Dirección Naval de la Kriegsmarine, la Seetra, dotado de todos los poderes necesarios, pues actuaba por delegación directa de Dönitz. La Seetra toma el control completo y total de toda la Marina Mercante alemana, así como de todo tipo de transporte naval. Durante las 15 semanas siguientes todos las unidades disponibles en el Báltico, una heterogénea fuerza naval de buques de guerra y mercantes (2) «La salvación de las poblaciones alemanas del este era en aquellas circunstancias el primer deber que el soldado alemán tenía aún que cumplir… Solo para eso valía la pena que el soldado siguiese luchando en el frente del este» (Dönitz, 436). 2017 431
REVISTA GENERAL DE MARINA ABRIL 2017
To see the actual publication please follow the link above