en medio, comencé a repiquetear con el viento contrario por N.E. reconocí, y me avisaron los Prácticos, y los Pilotos de la Balandra que había arribado sobre nosotros para advertírmelo, que si esperábamos en coger el Puerto venía la marea en contra y nos sotaventamos a la Isla de Tablas por lo mucho que ronzaba, y lo poco que andaba, y nada que ganaba antes pedría la Goleta (esto es ayudados siempre de 24 bogas, que no cesaron desde que salimos) donde además de ser el abrigadero que tienen de continuo los Moros, que transitan de una parte a otra en un mes, idos hasta que entrasen los vendavales no saldríamos; en vista de ello, y conociendo ser cierto, y bien fundamentado cuanto exponían, y no llevarme de temerarios, mandé a la Balandra virase de Bordo a coger el Puerto, y habiendo Yo seguido el mismo rumbo, me ronzó de tan suerte lo rain de la Goleta, que me obligó a tirar dos tiros pidiendo auxilio al Pueblo, como con efecto me lo dio con toda brevedad remitiéndole a los 3 Pancos de Boga, y uno más, con lo que y ayudado de los 12 remos que llevaba pude conseguir volver a coger el fondo, y sin perder tiempo me presenté por escrito al Capitán del Pueblo para que en vista de lo que habían experimentado los 2 Prácticos, y 4 Naturales para la boga, lodos viajeros de Manila de la propiedades de dha. Goleta, y los tiempos que ahora reinaban, bajo juramento expusieren su sentir, como lo ejecutaron imposibilitando el viaje por ahora de dha. Goleta y lo mismo los prácticos, y Pilotos de la Balandra como que lo habían visto: en cuya atención determiné pasar con toda mi gente a la Balandra, y seguir en ella aunque solo a Manila, pues en el camino debía esperar alguna otra embarcación que enviaría el Superior Gobierno en virtud de lo que le había participado para lo que llamé al Arráez de la Balandra, y le hice desembocarla y ponerla además de su Artillería los 4 falconetes y 2 cañones de los que yo había traído con su Pólvora y Balas correspondientes, y entregando y haciéndole cargo al Contra Mtre. que traía de la Goleta, y todos sus Aperos por ser Hombre de nudo, y de mucha vergüenza, haciendo que los 2 cañones y mis utensilios se asegurasen en el baluarte grande de este Pueblo, y metiere la Goleta con los cuatro Gurumetes, y el Piloto del Pueblo que le dejaba para su guardia, y custodia en el Río, AÑO 2017, SUPLEMENTO N.º 25 A LA REVISTA DE HISTORIA NAVAL. Núm. 136 63
REVISTA HISTORIA NAVAL 136 MAS SUP25
To see the actual publication please follow the link above