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225 para una cooperación reforzada. Ahora corresponde a las otras capitales acelerar la cooperación y demostrar que no se estaban ocultando detrás de las objeciones británicas sino que son serios y consecuentes sobre la defensa europea. Por tanto en el desarrollo de capacidades multinacionales, el Brexit podría paradójicamente poner las cosas más fáciles a todos. En cuanto al problema a la hora de desplegar capacidades para operaciones, tampoco parece probable que modifique mucho la situación existente. La contribución británica a las operaciones en el marco de la Política Común de Seguridad y Defensa (PESC) ha sido siempre limitada: el Reino Unido podría seguir participando en las operaciones de la PESC como hasta ahora tal y como lo vienen haciendo hoy varios Estados no-miembros. Todo ello sin mencionar que hasta ahora muchos Estados miembros se han mostrado reticentes al despliegue de tropas al amparo de las directrices de la PESC. En realidad en los últimos años, las operaciones han sido cada vez más llevadas a cabo por coaliciones ad hoc fuera del marco formal tanto de la UE como de la OTAN, sin que todos los Estados miembros o Aliados participen (incluso en aquellos casos en los que la coalición utiliza la estructura de mando de la OTAN) . Por tanto, siendo pragmáticos y sabiendo que las razones y el contexto en que se deciden las operaciones reales vienen determinadas por las decisiones en materia política exterior por parte de la UE, la aprobación de una nueva Estrategia de Seguridad Europea parece llegar en el momento más adecuado para afrontar los nuevos retos. Si echamos la vista atrás podríamos comprobar como las acciones de la OTAN (y por tanto la implicación de los EE.UU., y de Reino Unido) en relación al conflicto en Ucrania se lanzaron como consecuencia de las decisiones de la Unión Europea9. No tiene demasiado sentido pensar que el Reino Unido no va a desear (y/o necesitar) formar parte tanto del proceso de decisión de la mayoría de las actuaciones en política exterior europea como por tanto de la implementación de la nueva EUGS en general. Lo que evidentemente exigirá la nueva situación es la toma de acuerdos específicos. Y estos acuerdos tendrán mucho que ver con el grado de autonomía estratégica europea que pueda ser posible alcanzar y que responda al objetivo plasmado en la nueva EUGS y si eso es compatible con las reservas estratégicas por parte británica (que sin duda se plantearán). 9 http://www.nato.int/docu/review/2014/Russia-Ukraine-Nato-crisis/Ukraine-crisis-NATO-Russia-relations/ bie3 KdELJůĂŶƵĞǀĂh'^͗ŚĂĐŝĂƵŶĐŽŵƉƌŽŵŝƐŽŵĄƐĨŝƌŵĞĞŶĚĞĨĞŶƐĂĐŽŵƷŶ &ƌĂŶĐŝƐĐŽDĄƌƋƵĞnjĚĞůĂZƵďŝĂ ES/index.htm ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϳϭͬϮϬϭϲ ϲ


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