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229 haría un libro blanco de defensa. En el ordenamiento de la UE, este es el papel de la «estrategia sectorial» en defensa, que prevé la EUGS para definir con detalle el grado de ambición civil y militar, las funciones, los requisitos y las prioridades de capacitación que se derivan de esa misma Estrategia. Deberemos esperar por tanto hasta la génesis de un complicado Plan estratégico para la implementación de las políticas de seguridad y defensa que está aún por llegar. Pero no deberíamos engañarnos en cuanto a los objetivos: de ninguna manera se habla de un ejército de la UE. No existe ninguna visión unificadora para un salto hacia ese mayor papel explícito de la UE en seguridad y defensa. El discurso sobre un ejército de la UE conduciría probablemente en estos momentos a profundas divisiones entre Estados miembros grandes y pequeños, entre países ricos y pobres o entre los gobiernos que miran con recelo hacia el este y los que miramos con mayor atención las amenazas que provienen del sur. Al mismo tiempo, sin embargo, la creciente demanda pública de una mayor protección de Europa podría ser una verdadera ventana de oportunidad para iniciativas modestas y tangibles que partieran de las directrices de la EUGS. Recordemos que ya el Tratado de Lisboa introducía una cláusula de defensa mutua, disponiendo que todos los Estados miembros están obligados a prestar ayuda a otro miembro que sea objeto de agresión. La llamada «cooperación estructurada permanente» está abierta a todos los Estados miembros que se comprometan a participar en programas europeos de capacidades militares y a aportar unidades de combate disponibles para una acción concreta20. La UE debería dar un paso más allá, poder capitalizar el impulso actual y tomar la iniciativa hacia una Unión Europea más capaz en materia de seguridad y de defensa. Algo se está moviendo en esa dirección de la mano de la alta representante, Mogherini. La voluntad expresada por «los grandes» europeos (explicitada por Alemania y con la aquiescencia de Francia, en la última reunión de ministros de Exteriores y de Defensa posvictoria de Donald Trump) y la suma de Italia y España, por desarrollar de verdad una política europea de seguridad y defensa puede ser igualmente un vector de cambio e impulso de la transformación de Fuerzas Armadas como las españolas, cuyos gobiernos han venido abiertamente estas iniciativas en los foros especializados. Para superar las reticencias de Londres (aún con voz y voto en los foros europeos), así como de los países 20 http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:12012E/TXT bie3 KdELJůĂŶƵĞǀĂh'^͗ŚĂĐŝĂƵŶĐŽŵƉƌŽŵŝƐŽŵĄƐĨŝƌŵĞĞŶĚĞĨĞŶƐĂĐŽŵƷŶ &ƌĂŶĐŝƐĐŽDĄƌƋƵĞnjĚĞůĂZƵďŝĂ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϳϭͬϮϬϭϲ ϭϬ


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