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746 y empezar a hablar de «presupuestos de seguridad». Esta vía podría ayudar a ampliar la conciencia social sobre la ligazón entre seguridad interior y seguridad exterior de la que se hace eco reiteradamente la EUGS, y aseguraría una mayor sostenibilidad en recursos a corto y medio plazo. Finalmente, junto a los estímulos fiscales y la necesidad de mejorar la flexibilidad de los instrumentos comunitarios, sigue siendo conveniente revisar de nuevo el mecanismo Athena. La financiación de costes comunes debe reflejar más equilibradamente el reparto de cargas y responsabilidades, y evitar el fenómeno de los dobles pagos que inhiben en muchas ocasiones las contribuciones capacitarias de los socios14. «Eppur si muove…» Es difícil escapar a la tentación de acusar a los asuntos de seguridad y defensa europeos de inmovilismo, o al menos de una marcada inercia que impide responder con la urgencia necesaria a las demandas del momento. Pero la Europa de la Defensa lleva construyéndose de forma continua y sin pausa desde 1999, cuando el Tratado de Ámsterdam sentó las bases de la PCSD. Desde entonces, más de 30 operaciones y misiones (11 de ellas militares) y varios miles de efectivos desplegados son un buen testimonio de ello. Con una opinión pública entretejida al ritmo de impulsos mediáticos de consumo rápido, la EUGS, que es un armazón de ideas y propuestas para jalonar un recorrido de largo aliento, resulta una planta rara. Pero las emociones mediáticas raramente tienen la fuerza para sustentar nada con solidez, y este nuevo peldaño que es la EUGS nace con la finalidad de ser un documento coherente que ofrece algunas pistas para la acción y brinda otra nueva oportunidad para profundizar en las iniciativas comunes de seguridad y defensa. Para ello la voluntad política juega un papel imprescindible en el desarrollo de la PCSD. Pero el impulso meramente político vive siempre en un ciclo corto que no suele superar el horizonte electoral y está tejido de complicidades, muchas veces de carácter coyuntural. Es conveniente anclar esa voluntad institucional a un impulso económico que es, por ende, mucho más duradero, genera compromisos más difíciles de incumplir y tiene un mayor efecto arrastre sobre sectores decisivos en otras políticas europeas. 14 Vázquez, A. ¿Solidaridad o Alianza? Reformar la base financiera de las operaciones y misiones militares de la Unión Europea. Instituto Español de Estudios Estratégicos, Documento de opinión 97/2014, septiembre 2014. bie3 Hacia una seguridad y defensa posmodernas: elementos de reflexión sobre la Estrategia Global de Seguridad Europea Alfredo Vázquez Ramos Documento de Opinión 125/2016 11


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