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753 En realidad, la alargada sombra de la guerra nuclear lleva planeando sobre la península más de medio siglo. Cuando en el invierno de 1950-1951 el poderío aéreo estadounidense era incapaz de frenar las oleadas de soldados chinos que entraban en Corea, la USAF comenzó a emplear los bombarderos B-29 en incursiones a gran escala sobre los complejos industriales y militares del nordeste de China. Su éxito fue tan reducido que el comandante en jefe de las fuerzas aliadas, el laureado general Douglas MacArthur, planteó el uso de armas atómicas de «potencial limitado» a lo largo de la frontera entre la República Popular y Corea del Norte. Su petición fue desestimada ante el riesgo de provocar una virulenta reacción por parte de Moscú, cuyos pilotos ya estaban comandando los aviones a reacción Mig-15 que trataban de frenar a los bombarderos norteamericanos7. Tras la guerra, Corea del Norte tardó poco en sobreponerse. Pese a la destrucción a la que había sido sometida, tanto desde el aire como por tierra, para 1957 la mayoría de sus ciudades habían sido reconstruidas, su industria volvía a funcionar a niveles previos a la contienda y, además, lo había logrado prácticamente sin ayuda de nadie. Su minería pagó las pocas deudas que llegó a contraer y el régimen de Pyongyang presentó con orgullo su obra como un auténtico «milagro socialista». Mientras tanto, al sur de la Zona Desmilitarizada, el panorama era bien distinto. Corea del Sur, tradicionalmente agrícola y menos desarrollada8, tenía una seria inestabilidad política con numerosos problemas para despegar y, de hecho, hasta 1968 su PIB no consiguió sobrepasar al de su hermana del norte, que todavía mantuvo una mayor renta per cápita y un mejor nivel de vida hasta 1972. Por si fuera poco, el régimen de Pyongyang mantenía una actitud abiertamente hostil, con numerosos soldados del KPA9 infiltrándose de manera continua en el sur para llevar a cabo ataques, acciones de sabotaje y secuestros. En la «Mini-guerra fronteriza» (1966-1969), murieron más de 300 soldados del ROKA y 43 estadounidenses. Un comando comunista de 32 miembros estuvo a punto de asesinar 7 Cuando la fuerza aérea norcoreana quedó diezmada tras la destrucción o captura de sus aeródromos en 1950, la URSS pintó varios jets Mig-15 con los colores de Pyongyang y los envió a la lucha. Sus pilotos operaban desde bases en el nordeste de China. Por su parte, la insistencia de MacArthur por emplear armas atómicas continuó a lo largo de los años siguientes, siendo una de las principales razones por las que fue relevado, en 1952, por el general Matthew Ridgway. 8 Históricamente, el norte había sido la región rica y desarrollada frente al sur agrícola y atrasado. Al ocupar Japón la península a comienzos del siglo XX y anexionarla a su imperio, fue en el norte donde se concentró la mayor parte de la industria, tanto civil como militar, aprovechando la minería existente en sus montes, así como su proximidad a las bolsas de gas y petróleo del norte de China. 9 Korean People’s Army – el Ejército de Corea del Norte. bie3 El programa nuclear de Corea del Sur ¿Herramienta definitiva para defenderse del Norte o clavija para desestabilizar Extremo Oriente? Ignacio M. García-Galán Documento de Opinión 126/2016 5


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