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769 Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad hasta la fecha de la segunda tragedia. En el primer caso fue resuelto como un atentado. En el segundo caso la polémica sigue vigente (a pesar de la sombra del terrorismo) en el momento de finalizar la redacción de estas líneas. Pero, ¿a quién favorecen estos atentados? ¿al Daesh? ¿a los Hermanos Musulmanes? ¿a Al Qaeda?, o ¿a alguien más? Lo cierto es que ambos suponen un remate importante para el desplome del turismo extranjero hacía Egipto, que suponía la gran fuente de divisas externas habitual para el país. Supone una fuerte crisis económica local. Egipto se encuentra en la actualidad en uno de sus peores periodos económicos desde la posguerra mundial. A la inflación, se une la fuerte devaluación de la lira egipcia. Pero he aquí, que un viejo poder que no estuvo tan presente en el país del Nilo, como es Arabia Saudí, se ofrece a la ayuda económica. Más atentados han sucedido en el Sinaí desde el invierno de 2014, convirtiéndose el año pasado en el peor de la historia de la violencia en el Sinaí, tras los Acuerdos de Camp David. Desde las grandes operaciones militares lanzadas en los veranos del 2011 y 2012 contra salafistas en el Sinaí, respectivamente Operación Águila y Operación Sinaí, no se han realizado otras del mismo calibre. Tal vez porque los resultados fueron pobres, y no acarrearon entonces la disminución de atentados salafistas, sino que se incrementaron, e incluso después de la Operación Águila, incluso sobre suelo israelí. El ejército estatal parece haber abandonado la fallida táctica previa (2011-2013) de destruir casas de residentes en la zona con la intención de crear una tierra de nadie para el Daesh. Por ironías de la Historia, el actual presidente egipcio fue promocionado entonces de su puesto en el ejército al rango de ministro de Defensa, por el depuesto Mohamed Morsi, en agosto de 2012, tras los ataques de salafistas en el Sinaí. Y lanzó días después su primera operación importante como ministro de Defensa: la Operación Sinaí, con el esperado resultado, entre otros, de destruir los túneles que unían la provincia con Gaza. Pero el resultado es el conocido, y se supone que en el 2013 es el momento álgido de la expansión territorial salafista en el norte del Sinaí. Desde noviembre de 2014 se recrudecen los ataques salafistas en el Sinaí: aparece oficialmente el Daesh en la escena de la península. Pero se atribuyen la autoría de atentados cometidos los meses previos (incluido el asesinato de un ciudadano bie3 El Sinaí: un pivote esencial para el control del Mediterráneo sur Jesús Gil Fuensanta, Alejandro Lorca Documento de Opinión 127/2016 6


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