426 El vigia

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 863

Hace 100 años Nacimiento Plencia 15 mayo 1917 Hijo de Doña Juana Cristina Arriaga Echevarría y del capitán de la Marina Mercante D. Tomás Ageo Ormaechea, en esta bella localidad de la costa vizcaína, ha nacido un niño que recibirá el nombre de Jesús Nota de El Vigía: Terminado el Bachiller y preparando el ingreso en la Armada, el levantamiento militar le sorprendió en “zona roja” de la que, en unión de su primo Ramón, quien murió en el intento, se pudo fugar. Presentado en la comandancia Militar se incorpora voluntario al Tercio de Requetés Santa Gadea (Burgos). “El almirante”, como a partir de entonces fue apodado por sus compañeros, fue llamado a Aviación en enero del 37. Tras su paso por las Escuelas de Badajoz y Jerez de la Frontera, obtuvo el título de piloto de avión de guerra. En los cinco meses que duró su instrucción, había realizado 917 vuelos con un total de 95 horas. Ascendido a alférez provisional, fue destinado al 4-G-28, el segundo Grupo español de bombardeo “veloz” – a decir de los italianos– puesto que sus Savoia 79, alcanzaban los 450 Km/h de máxima. Mandaba dicho grupo el tan popular comandante Luis Navarra Garnica y luego Alfonso Carrillo, a cuyas órdenes, participa en numerosos servicios; fue en uno de ellos, volando de “segundo” con el teniente Fernando Rein Loring, –el de los dos vuelos a Filipinas– cuando hubo de pasar por un trance espeluznante, el vigía Cronología de la Aviación Militar como lo calificó este, a quien dejamos que nos lo relate: Fue en Segorbe el 18 de julio de 1938. Una ráfaga de ametralladora antiaérea alcanzó el ala izquierda de nuestro avión, el 28-40; llevábamos 1.200 litros de gasolina a bordo. Se incendió y tuve que aterrizar sin pérdida de tiempo entre las dos líneas, sin lesionarnos ninguno de los cinco tripulantes. Luego, hubimos de hacer doce interminables kilómetros a pie, para ponernos a salvo de los rojos que habían visto caer el aparato a tierra envuelto en llamas. El general Martin Montoya Garnica, a sus 101 felices años, sabiendo que iba a escribir sobre su amigo Ageo “El almirante”, la semana pasada me contó: Como yo estaba en Roma para recoger aviones, al regreso, me pusieron al tanto de la “aventura” de Fernando que, en mi ausencia, recurrió a Jesús Ageo para hacer ese servicio en el 28-40 que tantas veces juntos habíamos volado; la cosa es, que después del morrón y antes de que explotara, todos salieron corriendo,dándose cuenta el piloto, pasado un rato, Española “Canario” Azaola Miembro del IHCA que su “segundo” llevaba el paracaídas puesto “como si tal cosa” ¡Qué tío! Los servicios, que todos los bombarderos recuerdan con gusto, fueron los de abastecimiento de pan al casco urbano de Madrid; “bombardeos” que refleja la hoja de servicios de Ageo, del 3 al 8 de octubre. Alcanzada la paz, de Mérida vuela a Barajas para participar en el desfile sobre Valencia, en la parada, que en Barajas reunió 449 aviones y en el posterior desfile de la Victoria en Madrid. El primero de agosto, asciende a teniente provisional y es destinado a los Savoias de Sevilla; hace el curso de Tripulante, en la Escuela de Observadores de Málaga, obteniendo la estrella de cinco puntas para añadir a las hélices de sus alas (Rokiski). Miembro de la 1ª Promoción de la Academia de Aviación, tras su formación en León, alcanzó el empleo de teniente profesional del Arma de Aviación siendo destinado como profesor de vuelo a la Escuela Elemental nº 1 y de Transformación del Gº Sur. En 1942, una afección pulmonar hizo mella en la salud de aquel chicarrón del norte; acogido a reemplazo por enfermo, fija su residencia en Plencia; al año siguiente, el Tribunal Médico le declaró útil para el servicio, aunque no apto para el vuelo, pasando a pertenecer a la Escala de Tierra del Arma Aviación. Destinado a la Mayoría del Grupo de Escuelas de Levante, fue nombrado juez permanente del aeródromo de San Javier y teniente secretario del Sector Aéreo. En 1944, en la iglesia de Santo Domingo, de Sanlucar de Barrameda (Cádiz), el “almirante” contraía matrimonio con la encantadora y guapa sanluqueña Mª de los Ángeles Bustillo Delgado, quien le daría seis hijos. Finalizando el año, se incorporaba como profesor a la AGA, donde impartiendo diversas asignaturas cumplió casi cuatro años, ascendiendo en ese periodo a capitán. En julio de 1951 es destinado en comisión a la Escuela de Polimotores de Jerez, aclarando en su hoja de servicios que, si desde 1949 había venido realizando vuelos, lo fueron por orden superior, ya que aunque perteneciente a la Escala ST, conserva su título de piloto, y esas horas servían de entrenamiento. Al año siguiente hace el curso de aptitud para el ascenso pasando luego a Mayoría y Jefatura de Servicios de la Base Aérea de Jerez. Luego, con licencia para seis meses marcha a Inglaterra y en 1953 asciende a comandante de ST. Hasta que el 31 marzo el correspondiente Tribunal dictamina que una vez desaparecidas las causas que motivaron la baja en el Servicio de Vuelo, se reintegra nuevamente a dicha escala incorporándose a la Base de Tablada y tras cinco meses de comisión en EEUU vuelve a la Escuela de Polimotores de Jerez como jefe del Escuadrón de Material, hace el curso de Vuelo Sin Visibilidad y toma el mando del primer Escuadrón de Vuelo. Dispuesto a completar su formación, consigue la diplomatura de Estado Mayor con la 16ª Promoción. En 1961 asciende a teniente coronel; posee inglés y marcha a los Estados Unidos para el curso de Mando y Estado Mayor. 426 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Mayo 2017


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