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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 914

Seguridad y Defensa REVISTA EJÉRCITO • N. 914 MAYO • 2017  9  la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, fue durante la Guerra Fría cuando se alcanzaron los principales avances en el control de armas de destrucción masiva entre las dos superpotencias con el fin de limitar la carrera de armamentos y como medio para reducir el riesgo de guerra, mitigar la devastación en caso de conflicto y congelar el gasto militar. La Autoridad Internacional para el Desarrollo Atómico (1946) podría haber sido el primer organismo internacional en regular todas aquellas actividades relacionadas con la energía nuclear. Sin embargo, esta iniciativa fracasó por la férrea oposición soviética, contraria a cualquier injerencia en su programa nuclear en los albores de la Guerra Fría. Sería necesario esperar más de diez años hasta la constitución de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (1957) para que la comunidad internacional dispusiera de un organismo capaz de controlar y regular la difusión de la tecnología nuclear y velar por su empleo exclusivo para fines civiles. Pocos años después, en 1963, Estados Unidos, la Unión Soviética y Gran Bretaña fueron los primeros países firmantes del Tratado para la Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares, que impedía la detonación de cualquier ingenio atómico en la atmósfera terrestre, en el espacio exterior o bajo el mar. Al prohibir los ensayos nucleares excepto los realizados en instalaciones subterráneas terrestres, se esperaba que este acuerdo permitiera ralentizar la carrera de armamentos, porque al carecer de sistemas de simulación, las pruebas reales in situ eran fundamentales para evaluar el comportamiento de los ingenios atómicos, y detener la contaminación atmosférica que producían los residuos nucleares. No obstante, Francia y China no firmaron el tratado y continuaron realizando pruebas nucleares en la atmósfera hasta 1974 y 1980, respectivamente. Más de diez años después, Estados Unidos y la Unión Soviética firmaron el Tratado sobre el Umbral de Ensayos Nucleares (1974), que entró en vigor en 1990 y prohibía la detonación de cualquier ingenio con una potencia superior a 150 kilotones. Décadas después se abrió a la firma el Tratado para la Prohibición Total de Ensayos Nucleares (1996), que veda cualquier detonación nuclear, bien sea esta para fines militares o civiles. Sin embargo, a pesar de haber sido firmado por una amplia mayoría de países de la comunidad internacional y ratificado por más de cien, todavía no ha entrado en vigor porque no ha sido sancionado por todos aquellos Estados que poseen reactores nucleares y Explosión nuclear. Durante la Guerra Fría se alcanzaron los principales avances en el control de armamento


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